El restaurante de la Cremería Chalco es uno de los negocios con más historia de la zona metropolitana, aunque si eres chilangx milenial o centenial, quizá sea un descubrimiento su existencia, pero para tus padres o abuelxs, probablemente no, ya que era una parada casi obligatoria de los turistas de los años 1950 y 1960. Hoy, un lugar bastante auténtico y un clásico mexiquense.
La tonada de los camiones de helado de este negocio son parte del ecosistema auditivo de los barrios de la Ciudad de México y sus quesos y cremas, del gustativo, pero la banda que sabe que tienen un restaurante, es contada.
¿Qué esperar de, restaurante de la Cremería Chalco?
Su acomodo y arquitectura recuerdan a ciertos establecimientos de cadena (solo que elevado a la potencia): por una parte, venden productos, por otra sirven platillos. El área de restaurante está dividida en dos, en la planta baja puedes ordenar a la carta, en la superior, servirte del bufete. Los precios son más bajos que en restaurantes de su tipo y ¡tienen más de 150 opciones en su menú!
Para desayunar hay jugos, pan y tamales recién hechos, huevos, pan francés, enchiladas, sándwiches, alternativas light. La carta de comidas incluye sopas, pastas, ensaladas, milanesas, cecina, arrachera, pollo, pescados, mariscos, hamburguesas, más de 30 postres. ¿Su especialidad? Las enchiladas gratinadas con queso Los Volcanes.
También cuentan con menú del día por $79 y, los fines de semana, buffet con tortillas recién hechas, pancita, aguas, pasta, barra de ensalada, postres, todo por $210 para adultos y $175 niños.
En la zona de cafetería y autoservicio hallarás panadería europea cómo croissant, choux de chocolate o muffins, así como bubble tea, tamales, natas, gelatinas, quesos, café, empanadas, tote bags hechas por diseñadores mexicanxs, canastas de regalo y nieves en cono, vaso o en su cáscara.
Una deliciosa historia
Todo empezó cuando Chalco era la cuenca lechera más importante de la zona metropolitana, cuando los principales transeúntes eran las vacas y las calles eran de terracería, fue entonces, en 1951, cuando los españoles Aurelio Osorio González y José Ángel Fernández Díaz, establecieron un expendio de quesos y helados.
La población de los alrededores era reducida, pero la fama del sabor de su queso cabrales y la novedad de la naranja en su cáscara atrajo a un público inesperado, uno que vivía a más 10 kilómetros de distancia: las familias chilangas que iban en camino a Cuautla o al parque ecológico Popo Park.
Naranja en cáscara, el sabor con que arrancaron, ya existía en España, pero los otros sabores como piña, coco, manzana y elote son creación de la casa. Primero, era puro autoservicio, después merendero donde se servían hot dogs, tortas, sándwiches; y poco a poco, las opciones y el espacio crecieron a lo que son hoy.
Quizá el secreto del éxito de este lugar está en la emoción que dejaron los viajantes, el recuerdo de una zona lechera, el popurrí de opciones para degustar, o quizá está en el cariño de la familia que siempre ha llevado la Cremería Chalco.
Dirección: Av. Cuauhtémoc Ote. S/N, Chalco Centro, Estado de México
Horario: Todos los días 8 am a 9 pm
Consumo promedio: $220