Mientras nosotros nos entretenemos comiendo chetos o takis con salsa extra picante, los ingleses exploran el lado marino de las papas fritas: cóctel de camarón. La verdad es que el experimento nos parece un poco triste; no tanto por el sabor de las papas (que, en teoría, deberían saber a eso y nada más) como por la reducción que hacen de uno de los mejores inventos culinarios, que te hacen amable y alegre la vida.
Mientras los ingleses consumen gluten, nosotros te recomendamos lanzarte por algo más auténtico. Un coctelito de camarón en Los Arcos no suena mal ¿o sí?