Según las abuelas de todo México, el desayuno es la comida más importante del día. Así que siguiendo su sabio consejo, recopilamos algunos de los lugares más clásicos de la Ciudad de México para iniciar el día con el estómago lleno (y el corazón contento).
Saks
Foto: Saks
Hasta donde sabemos no regalan nada, pero siempre encontrarás gente esperando mesa. El Saks es famoso por sus desayunos y es que tiene una carta tan vasta que hay opciones para la mamá, el abuelo, los tíos y demás parentela. Todo bajo el lema de ser rico y saludable. Las preparaciones con huevos son las que más salen de la cocina, en especial el omelette de queso de cabra. Pero hagas lo que hagas, no te pierdas sus panes (el de elote es una verdadera chulada).
Nicos
Foto: Alex Vera
Si existe un motivo para visitar Clavería es la comida de Nicos. Este recinto de cocina mexicana lleva 60 años alimentando los corazones de los chilangos con platillos llenos de nostalgia. Su menú es un paraíso para los fanáticos de los huevos. Tienen revueltos, tirados (de origen veracruzano), en cazuela, encamisados y un largo etcétera. Cualquiera que sea tu elección, hay que acompañarla con un pan dulce y un café de olla preparado en tu mesa.
Klein’s
Foto: Kelin’s
Imagina que estás en el año de 1962 y que caminas por Polanco. Seguramente el escenario es muy distinto, a excepción de un restaurante: Klein’s. Un dinner norteamericano que se fue tropicalizando hasta ser un clásico de desayunos mexicanos. Entre los más populares están los chilaquiles verdes o los sopes con pollo. Sin dejar a un lado los ya conocidos hot cakes dollar o los waffles con mantequilla bañados en maple o cajeta.
Fonda Margarita
Foto: Fonda Margarita
El que madruga… alcanza todos los platillos de Fonda Margarita. Su puerta abre en punto de las 5:30 de la mañana y cierra conforme se acaban los guisados. Aceptamos que no es un lugar para llevar a toda la familia y hacer sobremesa, pero gracias a su sazón, sus años de vida y su peculiar horario, se ganó un sitio en este listado. Cada día el menú es diferente pero con suerte podrás saborear sus frijoles con huevo o su chicharrón en salsa verde. La tortilla es obligada para cucharear.
El Cardenal
Foto: Chilango
Desde que la primera sucursal abrió sus puertas muy cerca de la Catedral, era un consentido en la zona. Ya en la calle de Palma se convirtió en parte de la identidad del Centro Histórico. Y es que cómo resistir la tentación de su pan dulce recién horneado con una taza de chocolate caliente y un poco de natas frescas. O de saborear su aporreado con huevo, las gorditas hidalguenses o la imperdible tortilla de huevo con escamoles. La espera para obtener una mesa es más que usual, pero vale toda la pena.
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