No sufras más después de la fiesta y cáele a estos lugares para curarse la cruda
Pasó el 12 de diciembre y se ha decretado oficialmente el inicio del ya legendario maratón Guadalupe-Reyes. No todos los chilangos estamos hechos para aguantar ese ritmo único al que se somete al hígado, pero si durante esta época de fiesta planeas darle duro a la zapateada y tomar un poquito de más, te hacemos la chamba: acá va el dato —ve sacando la pluma y una hoja— de varios lugares para curarse la cruda en CDMX.
Barbacoa
Justo en la esquina de Cumbres de Maltrata y Xochicalco, en la Narvarte, se erige, cada fin de semana, un puesto que ya es de tradición en la zona. Te acercas y la sorpresa es mayúscula cuando ves consomés de un lado a otro y tacos de barbacha por montón. Sin duda, podrás domar la cruda con un consomé. Ya que comienzas a sentir que la energía recorre de nuevo tu cuerpo, pide un para de tacos de barbacoa y uno de pancita para olvidarte de los horrores de la cruda.
Acá no hay bronca si llegas más o menos tarde, pues comienzan desde las 7:00 y se levantan hasta las 19:00. Este puesto le tiene bien tomada la medida a la cruda chilanga, lo mejor es que a unos pasos está un puesto de jugos naturales para que agregues el toque dulce y vayas bajando los efectos de los excesos decembrinos.
Dónde: Barbacoa Cumbres (Pedro Romero de Terreros 1501, Narvarte)
Birria
Sabes que los lugares para curarse la cruda en donde venden birria no fallan, pero ¿qué tal si sorprendes a tu espantosa resaca con una mezcla mexicana-japonesa? Sin duda el birriamen de Caldos Ánimo la rompió durante 2017, tanto así que ganaron la categoría Restaurantes de los Premios Ciudad 2017.
Esta delicia es el resultado de la fusión entre la birria jalisciense y los fideos de ramen japonés. La base es la birria, elaborada con chile guajillo, pasilla, comino (entre otras especias) y retazos de res, a la que se le agregan los fideos recién cocidos. Y, como dicta la tradición, hay que acompañarlo con cebolla, cilantro, unas cuantas gotas de limón y picante. Después de echarte esta delicia moderna, no sabrás ni qué es una cruda.
Dónde: Caldos Ánimo (Pennsylvania 205, Nápoles)
Chilaquiles
¿Pasaste la noche en algunas de las múltiples posadas de la ciudad? ¿Sufriste los efectos de la cama voladora? Lánzate por unos chilaquilitos picosos que puedes “armar” a tu gusto. Chilakiller’s es uno de los lugares para curarse la cruda favoritos de los chilangos, pues hay manjares para todos. Puedes pedirlos con seis tipos distintos de salsa: verde, roja, mole, frijol, superpicosa y de aguacate. Dependerá, sin duda, del tipo de cruda que te cargues.
Puedes pedirlos solos o con carne, pollo, huevo, bistek, chorizo… incluso hay opción vegetariana, puede ser de champiñones o flor de calabaza. Pffff, ¡no fallan! La recomendación es llegar muy temprano o con mucha paciencia, porque los fines de semana se llena y hay que esperar alrededor de media hora; si vas con mucha gente, van a tener que esperar un buen rato.
Sólo aceptan efectivo, así que no vayas a querer pagar con tarjeta.
Dónde: Chilakiller’s (Avenida Revolución 23, Tacubaya)
Pancita
Un clásico de clásicos. De entre todo lo que pueden ofrecer los lugares para curarse la cruda, una pancita debe ser casi como la Santísima Trinidad. Hay quienes pueden debatir que ese desorbitado título lo disputa con la barbacoa, es cuestión de gustos. En la Fonda Margarita —también conocida como “Las Márgaras”— venden unos frijoles tirados de lujo, pero lo que ha distinguido a esta fonda es su pancita. No hay algo tan revitalizante como un caldo picoso y muy caliente para sobrellevar la resaca.
Nadie dijo que la vida era sencilla, pues si quieres pancita vas a tener que levantarte temprano, porque vuela. Hay días que si llegas después de las 10:00 nada más vas a encontrar frijoles, pues de la pancita sólo queda el delicioso recuerdo.
Dónde: Fonda Margarita (Adolfo Prieto 1364, Del Valle)