Una buena dosis de música rock nos da la bienvenida a este lugar que muchos universitarios han adoptado como uno de sus favoritos. Aquí se viene quitarse el calor y a saciar el antojo, pero también a convivir con los amigos y a exorcizar el estrés de la vida estudiantil.
“Mi novio buscaba poner un bar, pero como estamos tan cerca de la UNAM era muy difícil obtener el permiso”, me cuenta María sobre los orígenes de los Chamukos, mientras me muestra la carta. Llaman la atención que a pesar de que no son un bar propiamente dicho, hay bebidas para cuando te da sed de la mala. “Tenemos los frappés con piquete, que pueden llevar tequila, whiskey, vodka, ron, cerveza o Baileys. Tampoco es que te vayas a poner borracho con ellos, están moderados, pero saben muy buenos”.
Otra de las opciones que vale la pena probar, son los “energy frappés”. Sí, como su nombre lo indican, son un buen empujón energético por si andas en una situación que lo amerita: “parece chiste, pero de verdad, esos se venden muy bien cuando andamos en época de finales”. Entre ellos están el Elixir (boost con limón y sal), el Káliz (Monster con arándano y chile), la Poción (Redbull con cereza, mora azul y sal), el Éxtasis (Boost, limón, mandarina y sal) y finalmente uno que podría ser un levantamuertos: el Kalixo (Redbull, Monster, Boost, limón, chamoy, sal y chile).
De entre toda la amplia variedad de combinaciones, María declara como rotundo ganador al frappé de mango con chamoy y gomitas (panditas, skwinkles), demostrando con esto que los universitarios están muy en contacto con su chamaco interior. Sobre quiénes los visitan más, los triunfadores son los estudiantes de la Facultad de Medicina: “los reconocemos por la bata y las ojeras, esas son cosas que los delatan, jaja”.
Y es que no pueden (ni quieren) ocultar que están orgullosamente hechos en CU. María estudia en la Facultad de Derecho e incluso comparten el local con una imprenta de tesis. Por si esto fuera poco, en uno de los muros tienen una réplica en street art del mural “El pueblo a la universidad, la Universidad al pueblo”, de David Alfaro Siqueiros, cuyo original se encuentra en la Torre de Rectoría.
Mención aparte tiene la mascota del lugar, un adorable chihuahua que no es un puma, pero como si lo fuera, porque tiene toda la garra, la actitud y hasta el color. “Se llama Champiñón, él ya es nuestra mascota oficial. Mucha gente que viene lo conoce y lo saludan como si fuera parte del lugar. Es más, algunos ya nada más pasan a saludarlo, jaja”.
En fin, si andas buscando un lugar con espíritu universitario, refrescante en el sentido literal y también el metafórico, no dudes en caerle a Chamukos, los consentidos de Copilco. Ah, también hay hamburguesas y alitas por si andas con hambre. Y como tip adicional, pregunta por las promos del día y también por las promociones especiales para cumpleañeros.