¿Cómo son?
Sencillísimas, carismáticas e ideales: qué mejor que dos tortillas dobladas, rellenas de pollo o queso (como marca la tradición) y las guaniciones correspondientes: más queso, crema (no mucha) y cebollita. ¡Ajua!
¿Dónde comerlas?
En tu casa, en la casa de un amigo, en la esquina, en tu restaruante de cocina mexicana favorita y por recomendación chilanga en elAzul y Oro del Centro Cultural Universitario.