Atascados del mundo: llegó un verdadero reto para aquellos que creen tener la mandíbula y el estómago de acero. Desde 1950, al norte de la ciudad, existe un templo para aquellos que adoran las comidas monumentales.
Se llaman oficialmente Las Tortas Don Juan, aunque son también por los lugareños como “Las Asquerosas”. Pero no se confunda, querido lector: no les pusieron el singular apodo porque sepan mal, sino por sus vastas proporciones que —neta— son una deliciosa grosería.
Durante un tiempo estuvieron ubicadas en la Calzada de Guadalupe, pero hoy se encuentran una cuadrita hacia atrás, en la calle de San Andrés de la Sierra.
A este lugar, que ya se ha vuelto una parada tradicional de los lugareños, acuden familias enteras, taxistas y otros trabajadores que ya saben a lo que se viene aquí: a probar un antojo que muchas veces termina siendo compartido hasta entre cuatro personas o envuelto para llevar.
Si de por sí las tortas “normales” ya son bastante generosas, la reina indiscutible del lugar es la torta cubana. Aquí les van los ingredientes que lleva este coloso: milanesa, pierna, chorizo, queso blanco, queso amarillo, quesillo, piña, queso de puerco, chorizo, piña, aguacate y jitomate. ¿Chiquitear las porciones? ¿Qué es eso? Las cantidades que le ponen a este tortón son tan vastas que el resultado final es de miedo: ¡3 KILOS DE PURO SABOR CALLEJERO!
En estas tortas gigantes, que se echan un quién vive con otras por el título de las más grandes de la ciudad, están tan seguros de su descomunal tamaño que incluso lanzaron un reto: si logras acabarte una de estas tortas en menos de 30 minutos no sólo te perdonan el costo de la torta, sino que te invitan a desayunar, comer y cenar tortas gratis durante todo un mes.
Aunado a esto, incluso te pagan 2 mil 500 pesos en efectivo. Si no eres de la CDMX, no te preocupes: le puedes “heredar” tu premio a algún conocido o incluso puedes negociar que te den más efectivo —el equivalente a todas las tortas que te comerías en un mes—.
Aunque esta promo suena más que tentadora, aún no ha nacido aquel de quijada afilada que haya logrado cumplir el reto. De hecho, tienen en su local un “Muro de los Vencedores” donde esperan que muy pronto alguien por fin llegue y haga historia, acabándose esta torta y plasmando su imagen para convertirse en una leyenda viviente.
Día tras día, a través de un micrófono, en estas tortas se anima a los retadores e incluso se les transmite a través Facebook live, esperando que alguno de ellos sea el bueno.
¿Tú crees que eres suficientemente tragón para acabártela? ¿Conoces a alguien que coma como pelón de hospicio? Pues entonces no dudes en compartirle esta nota, o láncense todos en bola a cumplir con el desafío.
Si no lo logran, tampoco pasa nada: de hecho también saldrán ganando, pues habrán conocido un lugar legendario que con sus más de 60 años de tradición se ha mantenido en el gusto de los comelones del norte de la Ciudad de México.