Es temprano, tuviste que salir con prisas y sin desayunar, aparece un milagro: el puesto de tamalitos dentro de una olla repleta de vapor. Se sabe, todo chilango de cepa se ha agasajado en uno de estos changarros. Por eso alegra que por fin ¡la guajolota es Patrimonio de la Humanidad!
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En una reunión virtual, la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) determinó que la guajolota es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, así como lo es la gastronomía mexicana desde 2010.
El Patrimonio Inmaterial o patrimonio vivo “se refiere a las prácticas, expresiones, saberes o técnicas transmitidos por las comunidades de generación en generación”.
Ahora que la guajolota es Patrimonio de la Humanidad, hablemos un poco sobre su origen.
A pesar de que la guajolota es un antojito típico de la Ciudad de México, la idea de su preparación surgió en la ciudad de Puebla. “La guajolota es un pambazo con una enchilada dentro. Al ser una mezcla de pan de trigo con un alimento de maíz en su interior, en la ciudad de México se adoptó el nombre de torta de tamal, pero estrictamente el origen de la guajalota es el pambazo relleno de enchiladas del estado de Puebla”, dijo a Animal Gourmet José N. Iturriaga, historiador y autor del libro La cultura del antojito. De tacos, tamales y tortas.
¿También se te antojó una guajolota? ¡Chócalas!
*** Inocente palomita que te dejaste engañar, sabiendo que en este día en nadie debes confiar. Si llegaste hasta aquí y no te diste cuenta de que esta es una nota falsa por el Día de los Santos Inocentes, ¡difunde esto en tus redes y desquítate! Si no caíste, igual hazlo: siempre habrá quien caiga.
Sabemos que la situación es complicada, pero también consideramos que, incluso en momentos difíciles, una sonrisa nos hace el paro y aligera el momento.
