Podríamos decir que en la ciudad hay más taquerías que vida, por eso no hay que desperdiciar el hambre en tacos malos. El Vilsito provee uno de los mejores tacos de pastor de la Narvarte —y alrededores—, es por eso que nos lanzamos a platicar con Isidro Hernández, uno de sus primeros taqueros.
¿Hace cuántos años comenzó la historia de El Vilsito?
El 27 de agosto la taquería cumple 30 años. Mi patrón compró el terreno con todo y taquería. Al principio no tenía nombre, pero todos la conocían como el avión, porque la gente aterrizaba ahí después de beber.
Para los clientes frecuentes siempre será El Vipcito, ¿por qué el cambio de nombre?
Se le puso El Vipcito porque en Cuernavaca había un lugar de comida llamado Sanborncito y de ahí salió la idea. La taquería se llamó así por 20 años, pero cuando quisieron registrar el nombre no se pudo y se lo cambiaron a El Vilsito.
Es una de las taquerías más famosas de la zona, ¿en qué momento se volvió tan popular?Nosotros buscamos calidad sin que importe el precio. Creo que esa es la base del éxito. Por recomendaciones se empezó a juntar la gente y hacerse más famosa. Hace 15 años ya no nos dábamos abasto con los clientes, por eso abrió enfrente Juan Bisteces.
¿Qué tan difícil es trabajar en una taquería?
Son muchas horas de trabajo, lo que implica olvidarse de eventos sociales o familiares. Uno no se puede dar esos lujos porque el negocio nos absorbe. Tenemos un día a la semana de descanso. Llueva, truene o relampaguee tenemos que trabajar. Entré de 21 años, ya voy a cumplir 51.
¿Por qué seguir trabajando en El Vilsito?
Después de tantos años me gustó ser parte del éxito del negocio. Lo que más me gusta es que la gente se vaya satisfecha. Los borrachos ya son parte del show, pero lo que no me gusta es desatender a la familia. Los años se quedaron ahí, ya llevo 20 años trabajando aquí.
¿Ha cambiado algo desde que abrieron hace 30 años?
Llevo aquí desde el día uno y no ha cambiado nada. Hasta el menú es el mismo.
Seguramente han tenido visitas famosas, ¿se acuerda de algunas?
Nos visitan artistas como Adal Ramones, futbolistas y gente de la política. Pablo Montero viene muy seguido o también jugadores de los pumas.
Para los que nunca han pisado El Vilsito ¿qué recomienda pedir?
Lo clásico es el taco al pastor, las gringas o los volcanes, pero las tortas, el taco de costilla, y el de bistec también son muy buenos.