Olvídate de la epóca en la que llegar al Tezka era un viaje en el tiempo (uno pasado, en el que te daba la bienvenida una vieja alfombra roja). Lo de hoy es diferente: mobiliario contemporáneo y próximamente una terraza; para que te des una idea, cambiaron hasta las copas.
Para empezar el chef Padro Martín te da una grata bienvenida con un platón de aceite de oliva (que tiene en el sabor un dejo a manzana) para comerse con pan de pueblo (ojo: no es que el pan esté viejo, esa es su textura). Lo que sigue es una cortesía de la casa que siempre varia.
Aquí te dejamos otros platillos que puedes probar del nuevo menú; te recomendamos maridarlos con un vino Rueda, blanco de la Rioja.
Entrada: Pimientos del piquillo, rellenos de mousse de pescado.
Primer plato: Camarones con salsa de maíz. El de la brocheta viene asado a la brasa, cubierto con polvo de palomitas y la guarnición es de pimientos babes, elotitos y germinado de mostaza.
Plato fuerte: Filete de lengua con espuma de zanahoria.
Postre: Tocinillo del cielo con bizcocho de naranja, un toque de mezcal y en la corona mousse de mascarpone.
Tip: Pide por el chef, su descripción de los platillos (y la hospitalidad) hará que los disfrutes al cien.