Ubicada en una de las calles más concurridas del Centro Histórico, Motolinía, Los Chilangos está repleta de tradicionales platillos capitalinos, he ahí la razón de su nombre.
Se encuentra en un antiguo edificio, que en sus inicios fue un convento de monjas de claustro y después un hotel, en el que pareciera que las paredes hablaran. Incluso hay leyendas sobre espíritus que habitan en él.
Sirven tacos de pastor, bistec y costilla. La especialidad son las quesadillas de Doña Coti: elaboradas a mano y con tortilla azul a la parrilla. Hay tortas con diversos ingredientes. La recomendación de la casa es “el alambre Chilango”, una rica combinación de pimiento, cebolla, arrachera y camarón con queso gratinado.
Cuentan con paquetes especiales por la mañana, para arrancar bien el día. Incluyen vaso de leche o café, jugo, plato de fruta de temporada. Y, a elegir: chilaquiles, huevos al gusto o molletes.
Para acompañar los diferentes antojitos mexicanos tienen una amplia variedad de aguas frescas (fresa, naranja, guayaba, mango o melón), además de jugos de naranja, zanahoria, antigripal y el saludable (naranja, piña, apio y perejil), o cervezas.
Visítalo en Motolinía 21, esquina con 5 de mayo.