Empieza el año y los gastos decembrinos se ven reflejados en tu bolsillo. Sin embargo, eso no debe ser pretexto para no disfrutar de una buena comida. Acá te traemos un especial de lugares que cumplen con las tres “B”: buenos, bonitos y baratos.
Fonda Bistro La Victoria
Luego del éxito obtenido con Panadería La Victoria, Agustín Badaracco -dueño y chef- decidió abrir este pequeño lugar de comida italo-argentina que se caracteriza por ofrecer “los platillos que extrañas de tu mamá”. Encontrarás platos típicos como el matambre relleno -arrollado de carne típico de Sudamérica- o pastas hechas con masa 100 por ciento casera. Además, todos los días manejan un menú que va de los 95 a 120 pesos e incluye sopa o ensalada, plato fuerte y postre.
Roldán 37
Apenas tiene seis meses y ya es considerado uno de los mejores restaurantes de gastronomía mexicana de la zona centro del DF. La casa donde habita este lugar tiene 200 años y hace 100 era un expendio de chiles, de ahí que la especialidad sean los platillos hechos con este ingrediente. Gracias al liderazgo de Rómulo Mendoza, dueño y chef, es que este negocio culinario ha logrado colocarse como uno de los nuevos favoritos con platos como el chile a la crema o el veracruzano servidos con arroz y tortillitas azules recién hechas. Y para rematar, el postre estrella: el pastel Roldán -de tres leches bañado en una reducción de ron y con nuez garapiñada-.
Las Cazuelas de La Abuela
Este lugar te hará sentir como en el patio de la casa de tu abuelita, está adaptado como una casa colonial con ventanas, balcones y macetas colgando. La especialidad es la cocina poblana y todos los platillos son hechos con las más de 400 recetas de Doña Carmen Saavedra (qepd).
De entrada no te puedes perder los frijolitos sazonados con hoja de aguacate servidos con totopos. Y para continuar con el tour, la recomendación obviamente es el mole poblano y las enchiladas de leche, hechas con chile ancho y leche (servidas con crema y aguacate). Aunque la especialidad en época de frío es el mole de olla. Concluye con un espejo de zapote -helado de guanabana servido en una especie de puré de zapote-.
Ícaro Poblano
Es un pequeñísimo lugar con apenas cuatro mesas y una barra para dos o tres personas. Sin embargo, si hablamos de calidad en comida ésta es muy grande; no por nada es uno de los mejores exponentes de la gastronomía poblana en el DF. De su carta destacan los envueltos de mole -tres taquitos rellenos de pollo y vertidos con mole, lechuga, cebolla y ajonjolí-. Y en temporada, sus chiles en nogada son imperdibles -preparados de manera tradicional, sin capear y con nogada dulce-. Además desde hace un par de meses comenzaron a vender tortas de chipotle, mole y pipián.
Piloncillo y Cascabel
Es uno de los favoritos de los narvartecos y de las personas que de lunes a viernes trabajan por la zona. Entre semana manejan un menú de tres tiempos a 70 pesos. Sin embargo, de la carta vale la pena pedir el filete de res en salsa de chocolate -hecha con reducción de vino tinto, cebolla, vinagre y chocolate oscuro amargo-. Además, ofrecen pan estilo europeo (25 pesos por pieza) para que el comensal se lo lleve a su casa y cada 15 días organizan catas de mezcales a un costo de 150 pesos por persona.