Desde su apertura, este restaurante en el corazón de Mérida se ha caracterizado por sus espectaculares puestas en plato. Su mérito reside en recrear recetas tradicionales y llevarlas al límite estético de la vanguardia.

 

Cada plato de su menú de 13 tiempos tiene esencia yucateca, pero con un innegable discurso lúdico que hace de la experiencia en mesa algo mucho más divertido.

 

Hay investigación y hay vanguardia, por eso, aunque le tocó competir con monstruos de la talla de Francisco Ruano, Jonatan Gómez Luna y Jorge Vallejo, el equipo de K’u’uk, comandado por Pedro Hevia, destacó este año como el número uno en arte al plato. Un buen augurio para una región que necesita resurgir con fuerza.

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