Aprovechemos
que no estamos en la escuela y comamos unas papitas para saciar nuestro apetito
voraz. El único problema con las papitas es el ruido, es súper estresante que
tu compañero del cubículo siguiente este disfrutando unas papitas pero que con
la bolsita haga un ruidazo cuando mete la mano para sacar la papa más
escondida.
Si te encantan
las papitas pero no quieres engordar, prueba las papas deshidratadas. Traen
menos grasa y están ricas; inclusive hay de chile con limón y sabores por el
estilo que nos encantan a los chilanguitos.