La Central de Abasto es uno de los lugares chilangos más vibrantes. La vida en el mercado más grande del mundo fluye todos los días y a toda hora, entre los gritos de los marchantes y diableros que entre chiflidos se abren paso en los pasillos. La Central de Abasto no para (o no puede parar) ni ante una pandemia, como lo hemos visto con la crisis del COVID-19.
Para quienes acostumbran visitar la Central de Abasto, es claro que el ambiente ha cambiado, entre el temor por la ola de contagios de COVID-19 y -como consecuencia- los locales cerrados. “Está muy triste”, dice Gaby, quien trabaja en una recaudería en la colonia San Pedro de los Pinos, la cual surten en la Central de Abasto..
En medio del miedo, han surgido algunos rumores acerca de que habrá desabasto de alimentos. Incluso circuló información de que las tiendas de abarrotes, recauderías, mercados e incluso la Central de Abasto cerrarían, lo cual es totalmente falso.
Entonces, ¿hay desabasto?
Lo que no se puede negar es que la crisis derivada de la epidemia de COVID-19 ha trastocado nuestra vida en muchos niveles y aspectos, la Central de Abasto no es una excepción.
“Lo primero que tenemos que entender es que hubo un parón en la economía mundial; no solo en el campo, sino en la economía en general. Eso, desde luego, tiene impacto por sí solo. (En el caso de la Central de Abasto), hay una natural producción que ya estaba en curso durante el desarrollo de la pandemia (…) Lo que nos dicen en Agricultura es que en realidad hay una sobreproducción de productos que no han sido consumidos”, dijo a Chilango Héctor Ulies García Nieto, administrador general de la Central de Abasto.
Para Saraí Méndez, una comerciante del mercado Escandón que se surte en la central, “no hay desabasto. Lo que sí está pasando es que la Central no está funcionando al 100, o sea que hay muchas bodegas cerradas; pero es porque muchos bodegueros decidieron cerrar o nomás abrir una o dos (de sus bodegas) porque muchos tiene varias. Hay que llegar temprano, mucho más que antes, para escoger mejor porque obvio como hay menos de dónde escoger, lo bueno se acaba antes. Con lo único con lo que sí hemos tenido un poco más de dificultad es con las frutas importadas, las uvas, las moras, frambuesas, fresas”.
Un factor relevante en esta escena es la industria restaurantera, pues en la Ciudad de México cerraron al menos 90% de los restaurantes; 10% permanecen dando servicio a domicilio, según cifras de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos (Canirac). Adicionalmente, también han cerrado algunos mercados públicos en la ciudad.
“Al bajar eso (la compra de alimentos por parte de restaurantes), el impacto económico y la posibilidad de venta también cambia —agregó Ulises García—. Si no hay suficiente demanda, la oferta debe contraerse”. Sin embargo, también reiteró que “está garantizado el consumo básico y general de los habitantes de la Ciudad de México; es decir hay granos suficientes, hay producción suficiente”.
Es probable, no obstante, que el suministro de ciertos productos varíe porque hay transportistas que no pueden trabajar normalmente ya que las opciones que tenían para comer en el camino ya no están disponible, explicó en administrador de la Central de Abasto, un mercado que surte el 80% de los productos alimenticios que se consumen en zona metropolitana y 30% en el país.
Central de Abasto a domicilio, alternativa para frenar contagios
La Central de Abasto es el principal centro de distribución de alimentos. Posee nueve mercados (o secciones) y diariamente es visitada por alrededor de 500 mil persona. Funciona las 24 horas del días. Su relevancia es tal que es uno de los sectores esenciales que en medio de esta crisis no puede parar.
Sin embargo, autoridades de la central y del gobierno de la Ciudad de México han presentado medidas de seguridad para trabajadores y visitantes, como el uso obligatorio de cubrebocas, la sanitización de las instalaciones y la instalación de lavabos de manos.
Adicional a ello, la central ha impulsado las entregas a domicilio entre los comerciantes con la creación de un directorio. En él, las personas pueden encontrar locales de fruta, verdura, hortalizas, cárnicos, flores ¡y más! Todos con opciones de envío a domicilio.