Este banquete se inspira en aquellos viejos –buenos- tiempos en los que eructar después de comer era un gesto de buena educación.
Las cenas medievales del Mesón del Cid, son el pretexto perfecto para mandar a volar el manual de etiqueta, una ocasion para comer en exceso, beber en exceso y después… quien sabe.
El menú incluye sopa de cola de res y un plato fuerte al estilo caja china: ternera rellena de lechón, a su vez relleno de pollitos, rellenos de cordornices rellenas de piñones, una locura. Desde luego, el plato se sirve al centro de una gran mesa y se comparte.
Para acompañar, hay dos horas de vino de la casa para que tomer cuanto gustes. Si te queda, milagrosamente, espacio para el postre, hay leonesas rellenas de trufa y crema.
Si no te convences con el menú, hay también zanqueros, un mago y trovadores que son el boleto directo al siglo XV.
Desde luego, se vale comer con las manos, reír con estridencia y salir rodando, vale la pena ¿no?
Cenas medievales
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