Un caldo chilango cae bien en cualquier momento, aunque a veces (cuando llueve, hay cruda o viene un frente frío) sabe mejor, porque una sopa calientita es casi sinónimo de apapacho. Los caldos son revitalizantes. La Ciudad de México tiene una oferta abundante y por fortuna no estacionada en México. Tenemos caldos de kimchi, de pan, de huesos, de mariscos fritos, de fideos y combinaciones de todos los anteriores. Hicimos una fina selección de los caldos en CDMX más interesantes. Se esperan al menos 16 frentes fríos para este invierno, así que guarda esta lista, la vas a necesitar.
Caldos en CDMX: los esenciales que debes probar
Caldo grosero, en Las Sanadoras
Esta caldería es un lugar para regresar a la vida. Su menú tiene seis de los mejores caldos en CDMX: mole de olla, puchero, caldo tlalpeño, caldo “grosero” (llamado así porque la porción es gigantesca), pancita y de hongos. El mejor: el mole de olla, servido en una pequeña olla con una gran pieza de chambarete. Para acompañar: tortillas hechas a mano.
Sanadoras. Fray Servando Teresa de Mier 333, Esperanza.
Arroz caldoso de mariscos, en De Mar a Mar
En De Mar a Mar, una marisquería modernita en la que se come muy buen ceviche de atún con leche de coco, se sirve un extraordinario arroz caldoso de mariscos. No es una sopa, es un caldo muy concentrado de mejillones, almejas, langostinos, calamar, pulpo y camarón con ajo, jitomate sofrito y arroz bomba. Comerlo se siente como un abracito. Sin duda es uno de los caldos en CDMX esenciales.
Nam Curry, el nuevo restaurante de curry (¡solo curry!) en la ciudad
De Mar a Mar. Niza 13, Juárez.
Pozole verde, en Pozole Moctezuma
No hay pozole chilango que supere este guerrerense (de Guerrero y de la Guerrero). Tiene pipián de pepita de calabaza, caldo de puerco, maíz pozolero, cabeza del marrano, aguacate, sardinas en conserva, jugo de limón, más aguacate, chicharrón, huevito, orégano, cebolla. Un revoltijo casi perverso que termina con un chorrito de mezcal. Una verdadera delicia, no solo esencial entre los caldos en CDMX sino en general en la comida chilanga.
Pozole Moctezuma. Moctezuma 12, Guerrero
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Yukgaejang, en Biwon
Un plato coreano que pica de manera insolente, uno de los más especiales caldos en CDMX. Se hace con tiras de ternera, cebollín, ajo y aceite de ajonjolí. Se sirve con arroz, kimchi y quizá algún vegetal o yerba fresca. Es como el mole de olla, pero más picante. Comerlo se siente como una cachetada, o una limpia, un baño en temazcal. El —hermoso— pilón es un huevito crudo que se agrega al plato cuando el caldo está hirviendo.
Biwon. Florencia 20, Juárez
Caldo de queso, en Caldos Ánimo
El birriamen de Caldos Ánimo también es un esencial en esta lista de caldos en CDMX, aunque el caldo norteño no se queda atrás. Está hecho a base de queso, papa y pollo con crema de rancho, rajas de chile poblano y quelites de temporada. Está buenísimo para taquear y sorber el caldo directo del tazón entre mordida y mordida.
Caldos Ánimo. Pennsylvania 205, Nápoles / Río Elba 31, Cuauhtémoc / Nuevo León 120, Condesa
Tom kha gai, en Kiin Thai-Viet Eatery
Un caldo cremoso y aromático, entre dulce y salado, típico de Tailandia. Tiene leche de coco con galangal (raíz parecida al jengibre), lemongrass, lima kaffir, hongos y cilantro. Ninguno de los caldos en CDMX se le compara.
Kiin Thai-Viet Eatery. Orizaba 219, Roma Sur
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Phở, en Sesame
Hijo de franceses y vietnamitas, es un caldo casi siempre de res aromatizado con anís, albahaca del Oriente, servido con gérmenes y brotes y hierbas frescas sin fin. Este es un caldo que refresca y apacigua, no llena, no pesa. Uno de los más ligeros caldos en CDMX.
Sesame. Colima 183, Roma Norte
Ramen, en Rokai
Nada mejor que un ramen sabroso, bien servido, calientito y listo para sorber como si no hubiera mañana. La ciudad tiene un montón de opciones deliciosas para comer ramen, pero el de Rokai es uno de los mejores. El consejo principal que debes tomar en cuenta antes de ir es hacer reservación, porque el lugar es pequeño y en hora pico se llena. Te sugerimos probar el Negi Cha-Shu Ramen de carne de cerdo con cebolla verde, un poema en esta lista de caldos en CDMX.
Rokai. Río Ebro 89, Col. Cuauhtémoc
Won Ton, en Ka Wong Seng
En el “nuevo barrio chino” se sirve la sopa Wonton, hecha de consomé de pescado y cerdo, fideos finos y wontons (bolitas de pasta de trigo muy fina rellenas de cerdo, camarón, ajonjolí y jengibre). Es un caldo aromático y picante, una versión asiática de los ravioli. Uno de los caldos en CDMX que no te debes perder.
Ka Won Seng. Albino García 362, Viaducto Piedad
Migas y pancita, en Migas Mary
Las migas más famosas son las de La Güera; sin embargo, Mary dice ser la heredera de la receta original. Su característica única es la longaniza y el chile cascabel que le echa al caldo de huesos y pan. También sirve pancita con harta menudencia. Un buen paréntesis al ajetreo del mercado y uno de los más raros caldos en CDMX.
Migas Mary: Av. del Trabajo, esq. Caridad y Peralvillo, entre Matamoros y Rivero, Tepito
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Caldo de jaiba, en Mariscos Tío Froy
Es un consomé concentradísimo, resultado del hervor de cabezas de pescado y jaiba. Lo sirven con un montón de jaiba suave flotando. Tip: como se hace con la mayoría de caldos en CDMX, taquea la carne de la jaiba mientras vas sorbiendo el caldo poquito a poco.
Mariscos Tío Froy. Morlete Ruiz 23, El Rosario
Caldito de gallina, en Los Canarios
¡Caldo de gallina! No puede faltar en esta lista de los mejores caldos en CDMX. Este puesto sobresale entre los cientos que existen porque siempre, siempre, siempre sirven medio aguacate por plato —aunque esté caro—. Su caldo es notabilísimo y puede ir con hígado, molleja, pierna, patitas, huacal, rabadilla, muslo, deshebrada, alón o cabeza.
Los Canarios. Esquina de 5 de febrero y Fray Servando Teresa de Mier
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Caldo de pato, en El Dragón
Al centro de la mesa, un grandísimo cuenco de caldo hierve sobre el fuego. En cuencos más pequeños están los ingredientes: orejas de cerdo, mariscos y moluscos, fideos, vegetales y —solo si lo pides—: pato laqueado. Cada quien agarra lo que quiere y se sirve su caldo personalizado en un tazoncito individual. El vapor impregna todo, saldrás oliendo a pato chino-chilango, pero con una sensación de bienestar en tu interior. Este es uno de los caldos en CDMX más extraños.
El Dragón. Hamburgo 97, Juárez
Mole de caderas, en Pasillo de Humo
Platillo típico de los estados de Puebla, Oaxaca y en algunas partes de Guerrero. Se elabora con las caderas y el espinazo chivos. Su elaboración es todo un ritual pues solamente son usados chivos que han peregrinado más de 300 kilómetros desde las costas de Oaxaca y Guerrero hasta la Mixteca, durante el trayecto son alimentados con flores de biznaga, orégano, follajes, pasto y sal que evita su deshidratación. Puedes probarlo en diferentes restaurantes de la Ciudad de México, pero te recomendamos probarlo en Pasillo de Humo. Aquí lo tienen en su versión oaxaqueña (huaxmole), no es muy diferente y va acompañado de tortillitas recién hechas. No es uno de los caldos en CDMX que encuentras siempre, solo en temporada (octubre y noviembre).
Pasillo de Humo. Avenida Nuevo León 107, Hipódromo Condesa
Birria estilo Jalisco, en Birria La Güera
Birria en caldo estilo Jalisco —o sea, la carne va servida dentro del consomé— no podía faltar entre los esenciales caldos en CDMX. Puede ir con surtida o maciza, o puedes pedir tu birria por separada primero el consomé y acompañado de tacos dorados y suaves.
Birria La Güera, Av. Genaro Estrada 159, Jacarandas