El intenso sol de agosto y las lluvias repentinas hacen que este clima sea bastante bipolar, bochornoso. Para estas tardes grisáceas nada más conveniente que una aportación de España para el mundo: el tinto de verano, una mezcla de vino con refresco que se cataloga como truco para disimular lo barato de un vino, o para evidenciar a los que no lo beben como se debe.
Lo cierto es que con estos calores es un trago que se antoja. Por eso te invitamos a dejar atrás la dudas y disfrutarlo sin reservas y con toda la actitud.
¿Qué lleva el tinto de verano?
Buscar la receta exacta es como intentar descubrir el hilo negro, cada quien asegura poseer la única y original receta. Por eso mejor reunimos algunos consejos para preparar este famoso combinado lo más fiel a la tradición y al sabor. De hecho, no hay acuerdo en el origen de la bebida, aunque se supone que es primo del Calimocho, que nació por allá de la década de los 60 y mezcló refresco de cola con vino tinto. Alguien cambió el de cola por de limón, le agregó el vermouth y limón y lo bautizó como Tinto de Verano.
¿Cómo se prepara?
Sencillo: se hace con un buen vino joven, ni se te ocurra ocupar el vino gran reserva que guarda tu papá para cuando te titules. Debe llevar vino tinto, vermouth rojo, refresco, limón y hielo.
Cantidades a mezclar para medio litro:
– 250 ml de vino tinto joven
– 250 ml de refresco de limón (no confundir la marca de refresco española Casera que es de limón con la sangría casera que es de uva y dará un resultado totalmente diferente)
– Un chorrito de vermouth rojo
– Una rodajita de limón
– Hielo
¿Dónde tomarlo?
Jaleo: Aunque está en Polanco, nos gusta su ambiente contemporáneo y desenfadado, este bar de tapas es una joya que ofrece cocina gourmet y uno de los tintos de verano con más calidad y sabor en la ciudad. No te pierdas la tapas con sobrasada y la patatas bravas, son platos sencillos que combinan perfecto con el alcoholito veraniego. Además el lugar aunque pequeño, tiene un ambiente divertido e informal que permite armar fiesta a cualquier hora de la tarde.
Centenario 107: En Coyoacán se toma buen tinto de verano. La terraza del 107 es el mejor lugar para olvidar las altas temperaturas y relajarte con un vaso bien servido de la receta de la casa. Pide una pizza o uno pintxos que son riquísimos. Si no alcanzaste mesa afuera, no te agüites que el espacio interior es tan agradable que te sentirás como en casa con la diferencia de que alguien se ocupara de mantener la copa llena.
La Madriguera: Si quieres calentar motores y precopear con frescura, el tinto de verano de la Madriguera guarda una sorpresa extra (su receta explora la mezcla de vino con refresco de limón con un invitado especial: vodka) descubre esta versión alternativa del tinto de verano y acompáñalo con unas croquetas de papa con paprika o un montadito de salmón con queso mascarpone que es inolvidable.
Los 100 montaditos: Muchos aseguran que lo mejor del tinto de verano en este lugar es el precio (30 pesos, como lo leen) Si en tu viaje de mochilero a España aterrizaste en esta franquicia, date una vuelta por la Condesa y disfruta de una jarra de tinto de verano por una módica cantidad. Si aun no conoces la propuesta de los montaditos ahora es cuando, el verano te espera con una tabla “caprichosa” que incluye una selección de montaditos y un coctelito veraniego que viene en jarra.