¿Que puedo esperar?
La onda es hurgar con gran intención hasta el fondo de nuestro corazón para descargar el patriotismo reprimido que todos tenemos, inevitablemente. En éste lugar te ambientas de volada, siendo uno clásico de tradición del centro de la ciudad. Es para cantineros de corazón, pero le da la bienvenida a todo devoto chelero, taquero y futbolero.
¿Qué pido?
Con un tarro campechano a la mano y un taquito al pastor en el otro vive la mismísima “¡intensidad del futbol!”
¿Cuánto gasto?
Con 90 pesitos ya estas peinado pa’ atrás.
Para después…