Conoce una de las pulcatas más tradicionales de Xochimilco. La Pulquería No’mas no llores tiene más de 50 años de tradición y es atendida por la tercera generación de los Vargas, aquí te platicamos un poco de su historia.
Pulquería No’mas no llores: una pulcata tradicional con 50 años de historia
Muy al sur de la ciudad, en la colonia Tepepan, se encuentra una joya escondida para los amantes de los curados y el pulque rifado, se trata de la Pulquería No’mas no llores, una de tantas pulcatas tradicionales que se encuentran en peligro de extinción.
Desde hace medio siglo la familia Vargas ha atendido la pulquería No’mas no llores, fuente de ingresos de ya cuatro generaciones. “La pulquería tiene más de 50 años, la fundó mi abuelo Ismael y luego de ahí pasó a mi abuelo Jaime y después a mi papá Antonio”, cuenta Víctor Hugo, ahora responsable de una de las pulquerías más emblemáticas y antiguas de Xochimilco.
El pulque que aquí se prepara viene de Tlaxcala, exactamente de Nanacamilpa, del rancho San Isidro. Cada lunes y viernes se surten de él para evitar que este se fermente de más y tenerlo siempre fresco.
También checa: Contra el calor, helados de pulque y de curados (¡hay de pay de limón!)
La historia de la Pulquería No’mas no llores
La pulcata de los Vargas tiene casi la misma edad que el famosísimo Coloso de Santa Ursula. “Mi papá me cuenta que cuando inició el negocio estaban construyendo el Estadio Azteca; entonces había mucha obra y mucho albañil. ¿Qué es lo que hacía? Bueno, mi bisabuelo agarraba pulque, hacía de comer, se iba a la obra y ahí se ponía a vender pulque y botana”, narra Victor Hugo acerca de los inicios de la Pulquería No’mas no llores.
Después de ahí, lograron instalarse y comenzaron a vender de una manera más formal. Tuvieron tanto éxito que lograron tener tres pulquerías en diferentes partes de Xochimilco, la única sobreviviente es la No’mas no llores.
Actualmente se ha vuelto un bar donde convergen personas de diferentes edades. Se puede ver desde jóvenes que disfrutan de sus primeros pulques hasta veteranos que ya tienen su lugar reservado y han visto pasar los años aquí. La pulquería sigue fiel a su tradición y preserva la esencia de las pulquerías tradicionales; aún cuenta con su pequeña ventana dispensadora de pulques para llevar, una rocola para poner rancheras dolidas y un altarcito a la virgen de Guadalupe.
Qué beber en la Pulquería No’mas no llores
Beber aquí es muy barato y rico. Tienen curados con sabores de temporada, como piña, fresa, arándano, guayaba, apio, melón, café, nuez, cacahuate, piñón, coco, piña colada, alfalfa, y los de ley: avena y jitomate. Lo diferente de estos curados es que están hechos con frutas machacadas en molcajete y no con fruta licuada, como ahora lo hacen varias pulquerías. Lo puedes beber en tres diferentes presentaciones: tarro de litro ($45), cubeta de cinco litros ($225) y palo de seis litros ($270).
También tienen tarros de pulque ($25) y para los no tan aficionados al pulque hay caguamas ($50). Los fines de semana, cuando hay más gente, tienen botana, la cual varía según el día que vayas.
Pulquería No’mas no llores
- Dónde: Callejón Galeana 41, Santa María Tepepan
- Cuándo: lunes a domingo de 8:00 a 20:00
- Costo: $50–$100