Si has pasado por las calles que rodean al Parque México en la colonia Condesa, habrás notado que sitios donde comer y beber, sobran, pero tal vez hayas pasado de largo de un lugar que está dentro del Hotel San Fernando.
Por fuera, el Lounge Fernando parece solo un bar, se nota una barra de madera y mármol con un montón de botellas formadas junto a la pared, pero tanto la coctelería como la cocina de aquí están en un nivel superior.
El sitio hace sentirse como en la estancia de una casa con un diseño que incita a la comodidad. Que no te aleje el hecho de ver casi puros extranjerxs (es normal, es un hotel), el concepto de la comida y las bebidas son muy mexicanos.
¿Qué beber en Lounge Fernando?
Empecemos por los traguitos que son el fuerte de aquí, siéntate en algún sillón de la sala o en las mesitas de afuera y disponte a mirar la carta. Verás que todos los destilados y licores que utilizan (mezcal, sotol, tequila, aperitivos, licores de chile, bacanora, raicilla, whiskey mexicano) como ingrediente principal son nacionales. Y hay que decirlo, las mezclas son creativas y combinan sabores frutales con herbales y especias, el resultado son cocteles con mucha personalidad.
Estas mezclas son creadas por el mixólogo Alberto “Tau Ihuicipactli” Posadas. Su intención con cada trago es crear un viaje sensorial único que celebra la mixología del país, con recetas que han sido concebidas por verdaderos expertos en el arte de deleitar paladares, apasionados por preservar tradiciones únicas.
A decir de Tau, la intención de este bar es promover el conocimiento de nuestras raíces a través de la enseñanza y divulgación, acercando a cada comensal a este rico patrimonio cultural y culinario.
Aquí, cada trago tiene su historia, y ofrece un viaje de sabores por distintas regiones de México: desde el mezcal oaxaqueño al sotol de Durango y Chihuahua, del bacanora sonorense al licor xila de la destilería de mujeres aquí en la Ciudad de México.
De los cocteles que probamos, el mejor fue “La sobremesa”, que lleva raicilla (destilado de agave parecido al mezcal), jugo de limón, jamaica, cacao & bitter de Angostura y frutos rojos. Una mezcla dulce, especiada, aromática y refrescante a la vez.
Sobresale en el menú la “Margarita Francisca”, preparada con mezcal, chartreuse verde, albahaca y gotas de aceite de coco. Eso sí, la preferida de lxs comensales es la “Spicy Margarita”, que va con tequila, Ancho Reyes, jugo de limón, escarchada con sal de chile ancho y gotas de aceite de chile.
La carta de bebidas está estrenando combinaciones. Entre las 11 nuevas recetas, resaltan Rosa Mexicano —con Pox, col morada y jugo de toronja— por su frescura y sofisticación; Magia Negra —con Tequila, Narano, carbón activado, lima amarilla y glaseado de coco— que sorprende con una mezcla única de sabores y texturas; y Maya Tonic —con Ginebra, Huana, lima amarilla y tónica— donde se crea un sabor equilibrado y refrescante.
A las nuevas opciones se suman reinterpretaciones de cócteles clásicos como los Sotonics y las deliciosas Mulas. Hay vinos por copa y por botella, chelas y tragos derechos.
Adicionalmente, para mejorar la experiencia de lxs visitantes, Lounge Fernando ofrece un Happy Hour semanal –de lunes a jueves, de 16:00 a 19:00 horas– con cócteles al 2×1. Además, cada domingo de 18:00 a 20:00 horas, durante los Sunday Spins, hay música de DJ en vivo para amenizar la experiencia.
¿Qué comer en Lounge Fernando?
Es probable que llegues aquí por la coctelería, pero la comida es algo que tienes que probar. El nuevo menú de Lounge Fernando busca exaltar las raíces de México.
El encargado de la cocina es el chef Oswaldo Toledo, que ha mezclado platos de la cocina mexicana con técnicas de cocinas como la francesa y la italiana. El menú es reducido pero consistente, muy práctico para compartir y devorar en pequeños bocados. Se agradece que sugieran en la carta el maridaje de los cocteles con los platos. Total, a eso venimos, a experimentar.
Entre los favoritos del lugar están las tostadas de atún y los tacos de carne. También el dip de espinacas, las aceitunas marinadas o el mixto de nueces con el condimento especial de la casa. Todo esto es delicioso, pero sugerimos arriesgarse por otros platos más originales.
El maíz aquí ocupa un lugar destacado. Recomendamos los Elotes baby, es como comer un pequeño elote de carrito, pero en forma de botana. En ese mismo tono parecen ir los Esquites trufados, pero están lejos de ese sabor tradicional callejero: son cremosos, suaves y el sabor de la trufa, vino blanco y el queso parmesano le dan un gusto a risotto.
En las entradas, no dejas de probar las Gorditas de chapulines, van rellenas de chicharrón prensado, crema, salsa verde y queso cotija. Los tacos de camarón son buenos, pero los de rib eye son superiores.
En este bar, cada preparación honra la esencia de los alimentos mexicanos, exhibiendo con orgullo su origen y preservando la tradición. Tal vez no está tan oculto, pero al pasar, así a simple vista, no te imaginas las delicias que hay dentro.
Dónde: Iztaccíhuatl 54, Hipódromo Condesa
Horario: lunes a domingo, 13:00 a 23:00 horas
Costo promedio: $600