Habrá que superar lo sórdido que resulta terminar en bares de franquicias pasadas de moda o en restaurantes con “happy hour”, donde la escenografía y los sonidos selváticos ambientan un bosque tropical que huele a productos de limpieza. Para evitar justamente esto, reunimos aquellas joyitas que superan los lugares comunes en busca de un concepto único.
Vete de mochilero o visita al cuate que vive por estos lares para echarte un drink que lleve incluido lo inesperado. Aquí la lista de 7 extrañas opciones para un viernes o sábado por la noche, cuando andes de ciudadano del mundo.
¿En la Tierra Media?
No saldrá Elijah Wood a atenderte, pero en pleno Manila (Filipinas) sentirás que te encuentras en una secuencia del señor de los anillos. ¿La razón? El bar se llama La Casa de los Hobbits y todos los que ahí trabajan son enanos. Quizá te parece algo “freak” pero es un lugar que se especializa en cervezas del mundo y tiene más de 100 marcas disponibles, los turistas suelen atascar el lugar con tal de tomarse fotos con los hobbits filipinos (advertimos que lo único que tienen en común con los personajes de la película es el tamaño). Técnicamente son hábiles meseros que sirven varios tarros de cerveza a la vez.
Debajo del mar
La piña de Bob Esponja habría sido una gran idea… Pero, no, aún no ha aparecido una mente visionaria que lo acerque a la realidad. El bar del que hablamos en esta ocasión está sumergido a seis metros de profundidad del Mar Rojo. The Red Sea star es el primer bar submarino, ubicado en la ciudad de Eilat en Israel. Además de probar un rico coctelito, puedes observar todo tipo de fauna marina a tu alrededor. Contrario a lo que imaginamos, los precios son accesibles y si eres fanático de Julio Verne ésta es tu oportunidad de brindar y sentirte en las 20 mil leguas de viaje submarino.
Dentro de un esqueleto
Este bar pertenece –nada más y nada menos– que a Hans Rudi Giger, el encargado de diseñar el arte de la película Alien. Los más sorprendente del Skeleton Bar es que en cuanto entras –literal– estás en las entrañas de un temible y asqueroso monstruo; además, los detalles “vertebrales” dominan la escena. Está en Gruyeres Suiza y es bastante popular entre los jóvenes de esa singular ciudad europea. Si eres fan de la película, ni le pienses: ahorra para caerle a este museo de Alien con barra disponible.
En un hospital
Los asiáticos convierten todo en moda, incluso lugares paradójicos son la opción más “in” para hacer vida nocturna “original”. Este bar está en la cuidad de Singapur, se llama The Clinic y está en un antiguo hospital, donde las mesas son planchas de hospital, las sillas son de ruedas, los cocteles se sirven en bolsas de suero y algunos shots en jeringas. Todo el personal, desde el barterder hasta los meseros están vestidos de enfermeras y doctores.
Dentro de un ataúd
No cabe duda que los ucranianos tienen el humor negro a todo lo que da, pues su concepto de vida nocturna y diversión, propone al visitante “descansar en paz” mientras te echas unos alcoholitos dentro de una ataúd gigante llamado Ethernity Bar hecho de madera de pino, que mide unos 25 metros de largo y 6 de alto. La ciudad de Truskavts en Ucrania es la anfitriona de esta noche donde “pasarás a mejor vida” al ritmo de música electrónica, luces mortecinas y flores por todos lados. Bastante bizarro, pero si sigue abierto, algún encanto debe tener.
En una Mina
México tiene lo suyo, en Zacatecas puedes vivir una la experiencia cercana a la de los enanos de blanca nieves años después o de viaje al centro de la tierra pero con chupe. La Mina Club está a 184 metros bajo tierra en una de la minas más importantes de la región que dejó de funcionar a finales de la década de los 60, hoy es un museo y un bar al que puedes llegar después de una travesía que incluye un viaje en tren que te lleva hasta la fiesta “underground”. Incluye el outfit de minero con casco y toda la cosa. Es bastante grandes y se hacen fiestas privadas con capacidad de hasta 400 personas.
Con malas palabras
En este lugar olvida los consejos de mamá y desahógate con tarro en mano. En el pueblito de Cullera ( y no es albur, neta que así se llama) muy cerca de Valencia, España; está la famosa Casa de Poncho un oasis de cañas, chupitos y…groserías. En esta cantina, no solo puedes descargar tu estrés contra el mesero, sino que aquel que logre insultarlo de manera “creativa” obtiene tragos gratis. Los ingeniositos creadores el concepto son polacos y aclaran que el mesero puede devolver “las flores” en cualquier momento. Aclaran que la idea es liberar la tensión, sin ofender o agredir a nadie. Una terapia inusual dentro de la oferta nocturna pero que ha tenido mucho éxito entre locales y turistas.