¿Qué era antes de?
Una inmensa “disco”, como solían llamarle, situada entre Insurgentes y Reforma. Entre salsa, bailarinas y un ambiente caliente hacía del Lobohomo el lugar más famosillo del momento.
¿Qué paso?
A finales del año 2000 el Lobohombo ardió en llamas a causa de un corto circuito en la cabina de controles de iluminación. A pesar de que ésta se ubicaba en la parte superior del antro, las llamas prendieron toda decoración flamable en su camino convirtiendo el lugar en el mismo infierno para la concurrencia. La terrorífica escena imitaba a la perfección el momento roja del film Carrie, y es que después de minutos de tortura el techo se colapsó sobre los jóvenes. Y es que bajo amparos judiciales, el culpable y dueño del lugar Alejandro Iglesias no cumplió las medidas de seguridad: la salida de emergencia estaba bloqueada. Todos se quedaron atrapados dentro, 19 personas murieron calcinadas y otras tres en el hospital.
Tragicómetro
10. Más trágico que cualquier película de terror. Entrar a un lugar con el objetivo de echar los drinks y el bailongo para que la noche termine en una pesadilla sin salida. Hasta las películas de Freddy Krueger se quedaron cortas.