Los bartender tienen poder, son protagonistas de la noche, preparan riquísimos cocteles y la mayoría son jóvenes apasionados que no sólo están interesados en mezclar tragos. Quizá la inspiración de ser el líder de la barra en un bar, tenga su origen inconsciente en aquella película protagonizada por Tom Cruise llamada “Cocktail”, ahí la premisa era sencilla: Cruise era encantador mientras servía una bebida y todas morían por él.
Qué tan cierto es este mito urbano, ¿realmente estos personajes tiene tanto éxito con las mujeres? Para comprobarlo te presentamos las siguientes situaciones típicas de ligue con un barman.
La probabilidad
Benditos entre las mujeres
Si sacamos las estadísticas de cuántas mujeres van a un antro de moda, nos encontramos con que un 60% de la afluencia del lugar son bellas, jóvenes y reventadas damiselas que en algún momento pasan por la barra. Por pura probabilidad, sin importar que el mixólogo sea guapo o no, recibe uno o dos teléfonos en servilletas, y puede que alguna se quede hasta el cierre para ser escoltada hasta la puerta de su casa y en la mayoría de los casos, también hasta su recámara. Hasta el más tímido termina siendo sociable detrás de una barra.
La posibilidad
El que habla con ellas
Ser bartender es un puesto con onda, las que se acercan a la barra mientras esperan su mojito, comienza a ser interrogadas mientras las coctelera no deja de moverse. Empiezan preguntando: ¿cómo quieres tu trago? -sabía que eras escorpión- y al llegar a -hago esto porque me gusta pero en realidad soy músico- La chica en cuestión va a la mitad del vaso y no hay intención de regresar con las amigas. Los que aprovechan la posibilidad, van directo al grano y tiro por viaje consuelan a la fémina en busca de ser escuchada.
La conveniencia
Tragos gratis
Ellos son coquetos y ellas lo aprovechan para su beneficio. Cuando las mujeres toman el control el barman es utilizado para obtener desde una cerveza hasta el coctel más sofisticado en forma gratuita. Escotes hasta donde cualquier parte del cuerpo pierde su nombre, susurros al oído, roce de la mano cuando te da el trago. El contacto físico y enseñar piel es la clave de este coqueteo capitalista.
La emoción
Fantasía animada con el barman
Así como hay mujeres que fantasean con los bomberos de NY; también están aquellas que sueñan mínimo con un fajecito detrás de la barra. Quizá ni siquiera es de su tipo, igual no le va bien en la vida, pero en la barra, parece un campeón. Aunque esté trabajando y el baño no sea el lugar más cómodo, le cumple la fantasía a la mujer que conoció 45 minutos atrás.
La cruda realidad
Las que simplemente están borrachas o deprimidas
El barman es básicamente un tipo con muchas botellas atrás. Hay copas, buenos cocteles, y eso seduce. Y si estás pasadita de copas se vuelve el amor de tu vida; además si te prepara algo que te ponga alegre sin que te quiebres, empieza la fascinación. Los bartenders se dan cuenta de eso: las que ya no caminan en línea recta y les plantan un beso aunque vayan con el novio, están más allá del bien y el mal.