Sabemos que los tragos derechos nunca perderán el encanto de un buen fuertecito sin diluir, sobre todo ahora que comienza el otoño y todos nos ponemos más nostálgicos, nos vemos tentados a quedarnos en casa… Ah, pero nada de esto nos quita el ánimo de fiesta.
Para superar la tristeza de ver la caída de las hojas por la ventana, entrémosle a los combinados etílicos en la comodidad de nuestro hogar: Toma las herramientas básicas, compra los ingredientes que necesites y avisa de la próxima apertura de tu barra en casa. Será divertido y en una de esas hasta descubres tu verdadera vocación.
Kit básico
Lo mínimo que debes tener para hacer mojitos, caipirinhas o “de perdis” gin tonics en tu casa es los siguiente:
Coctelera: Es la estrella de lugar, siempre llama la atención sobre cualquiera de los demás artefactos para mezclar alcoholitos. Es unos de los elementos más estéticos de la coctelería. El recipiente donde sucede la magia. Existen infinidad de modelos, aunque nuestra preferida siempre será la de acero inoxidable por útil y neutra.
Colador: Tiene forma circular y lo rodea un resorte en espiral, está diseñado para amoldarse en la parte superior de la coctelera y colar la bebida para obtener un presentación libre de cubos de hielo, semillas o algún otro resto de fruta. Nada como un trago libre de “basuritas”; si lo haces bien, tus tragos saldrán chulos de bonitos.
Mortero: Es indispensable y práctico cuando de conseguir la pulpa de las frutas se trata. También tritura y extrae toda la esencia de las hierbas aromáticas. Machacar nunca había sido tan divertido, la promesa de que esa fruta irá un baño etílico cambia toda la perspectiva. Puedes elegir entre los hechos de madera, acero inoxidable o plástico.
Medidor: Es una copita dosificadora que permite obtener las cantidades exactas para cada combinación. Se pueden servir de ambos extremos y habitualmente un lado es de 1 o de 1/2 oz de capacidad en el extremo inferior, y de 2 o 1 oz en el superior. Nadie quedará briago con la primera copa y podrás ofrecer “refill”.
Cuchara de bar: El mango largo de esta estilizada cuchara será vital para remover los ingredientes en el vaso mezclador de la coctelera. Es larga para que no hagas desastres, así que no lo intentes con una cuchara común.
Rallador: Mejor conocido en el mundillo de los bares como Zester, es un rallador o acanalador, más que obvio: es la herramienta clave para obtener las famosas ralladuras de cítricos o esas vistosas cascaritas de naranja que servirán para darle un acabado casi perfecto a nuestros cocteles.
Cuchillos: Necesitas uno de sierra y otro de puntilla, ambos con buen filo. Lo ideal es que sean pequeños, muy semejantes a una navaja. Eso te permitirá hacer trozos, cortar limones y cualquier otra fruta que se necesite de diversas formas.
Sacacorchos: Parecería que todo mundo tiene uno, aunque es un utensilio que pasa desapercibido en los cajones de cocina. Sin embargo, cuando se necesita, siempre pasa que en el momento de la verdad no aparece. Por eso te aconsejamos tener uno de diseño original o “cute”, para que no sea tan fácil olvidarlo.
Hielera con pinza: Sacar los hielos del refri no es práctico ni “cool”, mejor hazlo con estilo y consigue una hielera con pinza que complemente la preparación de tus tragos y deje ver tu lado más “pro”.
Licuadora: Quizá es la forma menos glamourosa de hacer cocteles, pero es la más efectiva en caso de que te entren ganas de hacer margaritas o alguna versión frappé, o de que tengas un exceso de invitados.
Ahora si, listo para abrir barra en casa, pero no olvides este consejo de los expertos: Cuida las cantidades y respeta el método de mezcla que exige la receta: Remover, agitar, licuar, batir o macerar. Si pones atención a estos detalles, conseguirás resultados sorprendentes.
Aquí una receta para apantallar en tu primera experiencia “home made”.
Rob Roy
1 onza de whisky escoces
1/2 onza de Vermut rojo
1 gota de bitter de angostura
Cerezas
Ralladura de naranja
Hielos
Refrigera una copa, sirve un poco de hielo en el vaso mezclador haciéndolo girar, retira el agua del vaso mezclador sin tirar los hielos, agrega el whisky, el vermut y el toque de angostura. Revuelve suavemente con la cuchara. Saca la copa del refri y sirve la combinación utilizando el colador para evitar los hielos. Deshuesa una cereza natural y colócala al fondo de la copa. Todo un clásico revisitado en casa.