Como si faltara pretexto para visitar una de las cantinas más antiguas, tradicionales, generosas y entrañables de la Ciudad de México, este mes El Dux de Venecia, icono del centro de Azcapotzalco, cumple cien años. ¡Cien!
Cuando se fundó esta institución chintolola, en 1918, Azcapo ni siquiera era considerado parte de la ciudad, sino una zona rural y muy tranquila que algunos preferían sobre la abrumadora y tumultuosa México (jaja). Por ejemplo, Enrique Escandón, inmigrante español que fue el administrador de la cantina y más adelante se quedó con el negocio.
Una de las fotografías más antiguas del lugar es de 1926 y da cuenta de este pasado bucólico: los clientes posan a caballo frente a la fachada original, la cual desapareció a mediados del siglo XX, cuando en nombre de la «modernización» y el «progreso» arrasaron con arquitectura patrimonial (baia, baia, ya entonces eran depredadores).
Como sea, desde 1952 El Dux de Venecia está en su ubicación actual y definitiva. Es un negocio familiar, a cargo de Enrique Escandón, un ingeniero con alma de restaurantero, tercera generación al frente de la cantina.
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La clientela es ecléctica: desde la alumnada de la UAM Azcapotzalco que se viene a estudiar con una chela y unos tacos, hasta los adultos mayores que se reúnen a echar el chisme, pasando por familias, parejas y grupitos de amigos. El trato de Enrique y del personal que labora aquí es atento y muy amigable. Se nota el amor al negocio y el orgullo chintololo.
Siempre tienen una botana fija: los lunes hay caldo de oso, martes hay fabada asturiana, miércoles de pozole, jueves de caracoles en mole, viernes de caldo de carnero, sábado de mole de olla y domingo de menudo jalisciense. A eso se añaden cientos de recetas mexicanas y españolas, todas sabrosotas y abundantes. Y por supuesto, los alcoholes, para celebrar como se debe. Acá se brinda con Limones, la bebida más emblemática del lugar: limón entero (ajá, con todo y cáscara), hierbabuena, jarabe, agua mineral y el alcohol blanco preferido del cliente. O con La prodigiosa, preparada a partir de un licor de hierbas buenísimo para la digestión o para la cruda.
Armado con la bebida de tu predilección, hay que decir «salud» por la preservación de un negocio tan chido, que ojalá dure otros cien años más.
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El Dux de Venecia
Dónde: Avenida Azcapotzalco 586, Azcapotzalco; 5561 1664
Cuándo: Lunes a domingo de 11 a 23:45
Cuánto: $200 pesos, promedio
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