La semana en la vida adulta fue un fiasco, te levantaste con el pie izquierdo y Mercurio retrogradó. El único consuelo que te queda es que se acerca el fin de semana, así que solo estás pensando en cuál será el lugar en el que dejarás todo, literal todo, en la pista y entonces viene a tu mente un vago recuerdo de un video en Instagram ―obvio de Chilango― sobre un salón de baile que se veía bastante divertido.
El dichoso lugar se llama El Babalú, un nombre extraño pero que suena a buen ambiente. Le escribes a tus amix para proponerles que vayan a bailar y todos te dicen que jalan. La ansiedad porque el finde llegue se intensifica y solo puedes pensar en esas vueltas de salsa que te vas a rifar.
Así es la fiesta en El Babalú
El bendito viernes por fin llega. Cierras la computadora y al igual que el meme, avientas los papeles y mandas todo el trabajo al demonio (al menos hasta el lunes). Llegas a las 8pm en punto a Río Lerma 218, justo donde está el Salón Ríos, y notas que la fila ya está algo larga, te cuestionas si realmente valdrá la pena la espera. De ratito empiezan a llegar tus amix y su turno para entrar también se está acercando.
Pasaditas de las 9pm, por fin llegan a la entrada, cada quien paga sus respectivos $120 de cover y suben por las escaleras, donde los recibe un letrero neón en el que se lee El Babalú, un detalle que dice a gritos “aquí te la vas a pasar bien chingón“, prueba de eso también son los acordes de la orquesta en vivo que ya empiezan a sonar.
“Esto es vida“, te dices a ti mismx mientras avanzas entre las parejas que se te adelantaron y ya están bailando en la pista. Te acercas a la barra para pedir tu primer trago de la noche. Le echas un ojo al menú y ves que las chelitas están en $60 ahora sí que… ¡qué ofertón!, pero tu quieres algo más, tu titánico esfuerzo de la semana lo amerita, así que te pides un mojito por el que pagas $145.
Volteas a la pista. Está repleta de personas que al igual que tú eligieron bailar para desestresarse. La orquesta hace sonar sus instrumentos al ritmo tropical y cada cuatro canciones hacen una pausa para que las parejas tomen un respiro y le den un sorbo a su trago. Tú ya elegiste a la persona a la que invitarás a bailar el siguiente set, pero por tu derecha se acerca alguien y te lo pregunta antes. Aceptas con emoción porque te ahorraste la pena de preguntar. Se acercan a la pista y suena “Idilio” de Willie Colón, ¿qué más suerte puedes pedir?
La mejor noche de tu semana o de tu vida
¡Claro que puede haber más suerte! La vida te recompensa con una pareja de baile que lo hace de forma impecable, con quien las vueltas se dan solas y puedes moverte fluidamente. “La vida es buena“, te repites, mientras sientes en los pies el solo de trompeta y cantas en tu mente “So-ñan-do conti-go, querien-do que se cumpla nuestro idilio“.
Esas cuatro rolas no fueron suficientes, pero es momento de ahora sí pedirte una cerveza y sentarte al lado de tus amistades, quienes al igual que tú están puliendo la pista de baile. Viene el descanso de la orquesta y entra el DJ que pone un poco de bachata para darle variedad a la noche. Aparece frente a ti una mano que te invita a bailar, no te consideras muy hábil para el ritmo, pero tampoco te rajas. Dices que sí, te levantas de tu asiento y te avientas. De nuevo te toca una pareja con quien el movimiento fluye y hasta parece que en realidad eres bastante buenx para la bachata.
El reloj avanza rápido cuando uno se divierte y es así que después de unas cuantas chelas y horas bailando, dan las 3am. Llegó la hora de regresar a casa, pero lo haces feliz porque ir a El Babalú fue una gran idea y es probable que vuelvas muy pronto.
Esta historia pudo o no haber sucedido, lo que sí es seguro pasó es que el baile estuvo muy a gusto y divertido en la pista de El Babalú.
- Dónde: Río Lerma 218, Cuauhtémoc.
- Horario: Martes y miércoles de 20:20 a 2:00 / Jueves a sábado de 20:30 a 3:00 / Domingo 14:00 a 22:00.
- Costo: $120.