Blow Bar: el nuevo hogar de la fiesta gay, el ligue y el perreo

La escena gay en la Ciudad de México sigue creciendo; firme, cada vez más libre y divertida que sacude a la vida nocturna chilanga. Lejos quedaron los años de la marginación, el panorama de 2020 es casi la utopía que soñaron los activistas LGBT+ de hace décadas: una ciudad verdaderamente inclusiva, donde no importa tu orientación sexual, llena de espacios seguros que son casa para la comunidad sexodiversa, como Blow Bar, el nuevo templo de la fiesta gay, el perreo y la escena ambiente. 🤩

Como buen bar gay, hay pop bailable –joti-pop, dirán algunos–, perreo, neones con escenas hot perfectas para selfies (¡la 🍆 gigante!), chela barata, calor, sudor y cuerpos juntos, encendidos por la farra, el escándalo y la libertad de bailar y besuquearse con quien quieran. Aunque también hay strippers, gogo dancers y shows XXX para los que andan en ánimo más candente. 🔥

Hay tres espacios: en el primer piso hay perreo y neoperreo, performances corporales y eróticos y muchos beats sucios, tanto conocidos como emergentes, que avivan la pachanga cada vez más caliente. El segundo piso es una terraza amplia, fresca y abierta donde se puede fumar, enfriarse un poco y platicar entre rolas de todos los géneros que no fallan: pop mexicano de los 80 y 90, pop gringo de la última década, dance, reguetón, etcétera. En la planta baja está el hot room, menos concurrido y mucho más ardiente donde no se permiten las fotos ni los videos (guiño, guiño). 😉

Acaba de abrir (inauguró en el día del amorts) y aún está afinando detalles pero ya generó revuelo en la comunidad y las filas para entrar rebasan las dos horas de espera. Vale la pena, ahí te encuentras a muchos de los protagonistas de las noches LGBT+ en la ciudad que van dispuestos a bailar y fiestar sin recato hasta que el cansancio sea incontrolable. Además: ahí, en la fila, empieza la fiesta, la amistad con desconocidos y hasta el ligue. Blow Bar llegó para enriquecer la poderosa escena gay y ser uno de los espacios más inclusivos, estridentes y placenteros de la ciudad.