Lleva años en la misma ubicación. Es considerado un clásico. Los asiduos ya se saben el camino a través del muro de arbustos que los llevará a este singular local. Nosotros casi pasamos de largo, pero gracias a un grupo reunido frente a la puerta, descubrimos la entrada.
Ahí nos esperaba Walter Ormeño, dueño de lugar, quien –con amabilidad y una gran sonrisa– nos invitó a cruzar el umbral entre la cotidianidad y una noche diferente. Para Ormeño, el propósito de que Bengala Bar exista es tener un espacio cómodo para alejarse de bullicio y las preocupaciones.
Bengala Bar ya tiene camino recorrido: Dentro de poco cumple 8 años de ser uno de los lugares preferidos por socialités, empresarios y políticos. Aunque en una época fue calificado como “bar de rucos”, actualmente su oferta de coctelería y el ambiente se enfoca en el publico treintañero, sin descuidar a los clientes de siempre.
El local nos recuerda el estilo italo americano, de techos altos con una larga y clásica barra de madera. La gran pared de espejos al fondo contrasta con sus lámparas y la cartografía antigua le dan el toque aventurero de donde tiene origen su nombre. La iluminación es cálida, permite crear una atmosfera íntima sin perder la ondita de ‘beer hall’ cerca de la barra, y le da privacidad a cada mesa si es una ‘date’.
La mixología tiene cocteles clásicos y tragos de la casa. Vale la pena probar el Casanova, lleva vodka, midori, licor de sandia y un top de sprite. También tienen un apartado de shots que te levantarán el ánimo, sobre todo si vas después del trabajo y andas de capa caída. Recomendamos el ABC: acrónimo de Amaretto, Baileys y Coñac, con este te levantas porque te levantas.
Un trago que nos sorprendió fue el Bengala Man, que es una especie de mojito pero con mezcal en lugar de ron.
La carta de fuertecitos es amplia, resalta su oferta de licores premium (puedes encontrar las mejores marcas por copa o botella) y la selección de mezcales.
La carta de alimentos está armada con 18 platillos que en su mayoría son botanitas gourmet impecablemente preparadas. Lo que debes probar en tu primera visita son los hot dogs estilo New Yok que provoca felicidad total desde la primera mordida. Para quien va en plan más ‘nice’, pida un carpaccio de res, fresco, rico y bien servido.
La música es de lo más variada y va cambiando dependiendo de la hora y los asistentes. Que no te sorprenda si después de un rato de jazz, suena una de Juan Gabriel. El baile se pone bueno entrada la noche, lo mismo con una cumbia que con un swing.
Como bien nos habían advertido, ir al Bengala es un viaje y depende mucho del mood que traigas. Es ideal para el ligue, van grupitos de chicas arriba de los 25 que hacen barra, también es una opción para el after. Si tienes más de treinta disfrutarás de la expedición.
Bengala Bar
Sonora 34 Roma Norte, Cuauhtémoc
5553 9219