Bebe… ¡y la comida es gratis!

La cantina mexicana es uno de los “últimos espacios democráticos” en nuestro país; en ese lugar sagrado, brindamos sin importar cuál sea nuestro lugar en la cadena alimenticia o nuestro código postal. Pero en las cantinas también se come y, casi…

La cantina mexicana es uno de los “últimos espacios democráticos” en nuestro país; en ese lugar sagrado, brindamos sin importar cuál sea nuestro lugar en la cadena alimenticia o nuestro código postal. Pero en las cantinas también se come y, casi siempre, bien sabroso.

Ahoguemos el estrés y las preocupaciones en un buen tarro de cerveza, en la copa del fuertecito preferido o en el coctel más exótico que el cantinero sepa preparar. Y agreguémosle un buen y muy llenador menú.

– De tradición –

La Auténtica

En la esquina de Av. Cuauhtémoc y Álvaro Obregón nos espera una de las cantinas más agradables de la zona. Se trata de La Autentica, un lugar para echar la copa con los amigos y disfrutar del verdadero sazón de la comida de cantina.

Con tres copas o cuatro cervezas puedes disfrutar una entrada de sopes de bistec, o frijolitos charros; para el primer tiempo, los consentidos son la crema de ostión y la carne tártara; en el segundo, entran al quite unos caracoles en adobo para chuparse los dedos. Si logras llegar al tercero te encontrarás con la especialidad de la casa: el molcajete a la Auténtica (chuleta, arrachera, chorizo, pechuga de pollo y queso) o sus famosos chiles en nogada. 

Más te vale ser de buen diente y en caso de que quieras hacer un huequito, te aconsejamos pedir una Lagartija  (tequila frappe, hierbabuena y Campari), con este trago quedarás listo para la segunda ronda.

42870Mocajete de la Auténtica

Mocajete de la Auténtica (LFP)

– De barrio –

La Tormenta

En la legendaria colonia Guerrero, justo enfrente del Salón Los Ángeles, está una de las cantinas más antiguas y singulares de la ciudad. La Tormenta sigue ahí, detrás de un grueso vidrio esmerilado con su notable y bien surtida barra. A una cuadra de distancia se escucha el característico sonido de la fichas chocando unas con otras, el dominó y el cubilete son más que un pasatiempo.

Lo interesante de esta cantina no es sólo su legítimo ambiente de barrio, sino que por un par de tragos (cervezas o licores) tienes derecho a botana bien servida; sugerimos que le entres a la chistorra. Los platillos cambian de acuerdo al día y también puedes probar las célebres “Tortas del Chato”. Si crees que esto no es suficiente para tu apetito feroz, su carta ofrece un generoso T-bone y otros cortes de carne a muy buen precio.

– Muy mexicana –

El Centauro

Esta tradicional cantina, que rinde honor a Don Pancho Villa, está en División del Norte 2216. En El Centauro te sientes en familia: después de tu segunda visita te reciben con un saludo de mano y te llaman por tu nombre. No pierdas la oportunidad de tomar tres copas o cuatro chelas para probar los seis platillos diarios, que además de ricos son muy abundantes. Si estás crudo, tu opción será la pancita o la birria estilo Jalisco. Pero, si quieres comer como se debe, no dejes de probar la barbacoa de pollo y el pecho de ternera estilo cabrito.

Si vas solo, no te preocupes, al Centauro le llaman también la cantina del amigo, pues ahí nacen amistades entre copas y platillos. Es común que encuentres mesas donde celebran un cumpleaños o una despedida de soltero, seguro terminarás brindando con ellos. Visítala durante las finales del “fut” y las peleas de box pues arman promociones especiales que harán rendir tu presupuesto.

42871Un chamorrito

Un chamorrito (LFP)

– Con historia – 

El Tío Pepe

En pleno Barrio Chino, en la esquina de Independencia y Dolores, está la venerable cantina El Tío Pepe, parada frecuente de William Burroughs en la década de los 50, antes de que matara de un tiro a su esposa. En este lugar, el tiempo se detuvo: si tienes suerte te toparás con el “toques, toques” o te ofrecerán “el huerfanito”. Por una cuota de tragos puedes probar su riquísimo caldo de camarón y los populares tacos guisado (moronga, chicharrón o papa)

Es importante que vayas entre las 12 y las 16 horas o corres el riesgo de sólo alcanzar cacahuates manoseados. Éste es un lugarcito del centro que todo chilango debe conocer; incluso ha sido set de filmación de varias películas mexicanas. A pesar de su popularidad en la comarca, el costo es anticrisis por donde lo veas.

– Un clásico –

La Colonial

Aquí sí tiene sentido la expresión: “cantina por tiempos”. En La Colonial, si pides una copa escalas un nivel con el que alcanzas las afamadas tostadas de ceviche de pescado; con una chelita como segunda bebida: ya llegó a tu mesa un pulpo al ajillo. El siguiente trago te lleva al tercer nivel: coctel de camarón; tu cuarta bebida abre la puerta a los solicitados chamorros, al cabrito y al rabo de toro en adobo. Pura calidad y sabrosura.

Más de 95 platillos a escoger gratis desde las once de la mañana y hasta las diez de la noche, todos los días. Con una botella, te dan los cuatro tiempos para cuatro personas. Si andas roto, ni le pienses y cae una de estas tardes.

42872En la barra

En la barra (Especial)

No importa que la quincena brille por su ausencia, que no hayas pagado la renta, el teléfono y la luz. Más allá de las calamidades cotidianas, merecemos un trago en la cantina y de paso comer bien.

@chilangocom

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