Para ganarse el título merecido de “soy un borracho con onda” , tienes que llenar una serie de requisitos que te llevarán al lugar del honor. Uno puede convertirse en una leyenda con las actitudes, los riesgos y las aventuras que se inventan a la mera hora de la borrachera. A pesar de que los osos y las culpas morales siempre se convierten en las consecuencias que nos cuestan manejar, es de ley que por lo menos una vez se aprovechen o prueben las opciones a continuación….NOTA: La intensidad va de menor a mayor
Lo tranquilo
Ir “Barhopping”– Caminatas, maratones y visitar muchos lugares en una noche es el plan perfecto. No sólo te encuentras con personajes y rinconcitos que nunca imaginaste, sino construyes recuerdos imborrables e imperdibles.
Bailar– Descartemos a las chicas por un momento, ellas siempre buscan un pasito sensual en la borrachera. Chicos, en el momento etílico salen los mejores pasos. Intenta bailar, aparte en estas circunstancias te dará menos pena.
El telefonazo– Por alguna razón el borracho se siente sensible y vulnerable. Acuérdate que los momentos y oportunidades deben de aprovecharse por que cada uno es irrepetible. En algún momento tienes que hacer esa llamada embarazosa que al día siguiente te dará cruda moral, pero que por dentro te hará sentir satisfecho.
Gástate la quincena– Ganarte el pan de cada día es una mísera responsabilidad de un 99% de la población. Además, debes de dividir los gastos para poder mantenerte estable el resto del mes. Si una vez gastas aquello que ganas con el sudor de tu labor, valdrá tres veces más la pena. Invítale a un compadre, a una foxy-lady o simplemente en ti, pero haz que cada peso valga.
Toda la noche en una cantina– Te sorprenderás que bien la pasas y que poco gastas. Además es toda una experiencia observar y convivir con comensales cantineros.
Ver el amanecer con gente chida– Que sea para romancear o simplemente para disfrutar del momento con aquellos que quieres, pero ver el amanecer en la borrachera da una satisfacción impresionante…porque aguantaste re bien.
Netear con los cuates- Aunque puede ser peligroso, la mayoría de las veces resulta ser una buena herramienta de acercamiento entre amigos. Concoes mejor a tu banda y sacas cosas del corazón que sobrio te da pena decir.
Inventa un trago- Hazle de barman. Crear un trago pegador y que sepa rico queda como parte de pura buena anécdota borrachera. Además, el control de la cantidad del chupe va por tu cuenta. ¡Salud!
Comer lo que juraste nunca comer– A muchos les dan asco los tacos de buche, nana, sesos, etc. Verás que en estos estados te sabrán a gloria. ¡Cumple el reto!
No manejar tal estado– Muchos somos necios, intentamos manejar y creemos poder hacerlo con tal de probar nuestro fuerte control con la borrachera. Alguna vez intenta pedir un tacho pa’ regresar a tu casa. Te sentirás orgulloso al día siguiente. No te arriesgues, no vale la pena.
Enciendo motores
Rockbandear a las 3:00– Ya que las nuevas leyes obligan a muchos lugares a cerrar temprano, ¿que es lo que sigue? Por supuesto que echar unas rolas en el rockband acompañado de algun alcoholito. Aquí si está el reven.
Tortear– Sabemos que en cierto punto de la noche llegan instantes del cachondeo. En ese momento puede que algun traserito coqueto llamó tu atención, y de pronto, un pellizco. Ya pa hacer esto tienes que estar muy mal.
Crashear una boda– Por chupe gratis…TODO. Muchas veces no somos requeridos como invitados a ciertos eventos que sabemos que marcarn la historia borrachera entre tus cuates. Llegar de improvisto a una pachanga de boda es de los planes má divertidos. Chicas lindas todas arregladitas y jovenazos relamidos y trajeados, el lugar se vuelve el ideal pa no gastar y para ligar chido.
Llevar serenata- Aunque en la sobriedad odias las cursilerías y derramar miel es la última opción en tu lista, en la borrachera todos no sensibilizamos. En tales estados etílicos nunca falta sensibilizarse e ir a dedicar una buena rola a aquella personita especial.
Echar bronca si razón- En el antrito, en medio de tu buen desmother, muchas veces estan los intensos de las mesas vecinas a los que quisieras desaparecer por esa noche. La solución: buscar un pretexto para entrarle a los trancazos. ¿Unos tiros güey?
Tomar con el jefe- Esto debe de ser aplicado mínimo una vez por mes. Llevar una buena huarapeta con el jefe puede ser ventajoso pero a su vez arriesgado. Sacas información y lo comprometes, o puedes hacer el oso y terminar firmando renuncia. Pero esto no debe de faltar en tu lista.
Ir a un table/chippendale- De los planes favoritos entre con tu banda. Para las chicas, es un plan de despechados o de despedidas de soltera. Pedir una tella mientras ves a guapachosos bailar semidesnudos, es de las mejores borracheras. Para los chicos: que se puede decir, un plan así es donde todo puede pasar.
Mezclar alcoholes- Juntos y bien revueltos. Un mix entre todos los licores en un buen coctel te pega, y bien. Además, el efecto de cuatro chupes lo resumes en un combo como de estos. Te lanza directo a un excelente ambiente a pesar de que te da la peor cruda.
Bailar en la barra- Muchos somos cohibidos cuando llega la hora de bailar, pero al bailar borracho sacas los mejores pasos. Es de aprovecha convertirte en el centro de atención puliendo la barra con tus mejores pasos. Aguas que en una de esas te darán ganas de ir perdiendo ropa.
Tomar en la chamba– Para quienes ya de plano necesitan un pequeño "boost" en la chamba, echar el drink aquí alguna vez en tu vida es de ley. Es una mezcla de adrenalina y buena fiesta. La tienes que aplicar pero ojo, hay que ser muy pro porque si te cachan ya valió.
Para intensos
Correr desnudo- Todos tenemos un exhibicionista dentro. Se quedan en los mejores momentos aquel que con los pantalones abajo corre por todos lados convirtiéndose en lo divertido de la borrachera.
Declarártele a esa persona– Con unas copitas encima, se agarra valor. Un alcoholito se convierte en el disfraz de tus inseguridades, así que son los momentos en los cuales te vale si te batean o no, lo intentas y eso es lo que vale la pena.
Hacerte un piercing/tatuaje– Aunque se rumora que en estados de ebriedad no debes de hacerte ninguno de estos procedimientos, lanzarte a tatuarte o a hacerte un piercing es la onda. Duele menos y muchas veces tiene mejor historia detrás.
Striptease– En la parranda, sube la temperatura y la ropa definitivamente empieza a sobrar. ¡Za za za!
Besar a más de una persona en la noche– Wow es de las mejores experiencias de la borrachera. Como dicen los gringos "no strings attached", sin pena ni compromisos. Ahora, es importante saber con quien con eso de la influencia. (Con sentido del humor, así le llaman muchos de nuestros políticos) ¡Cuidado!
Cumplir fantasías- Como hemos mencionado anteriormente, el chupe deshinibe cuando tomas con medida. Probar y tratar de aplicar esas fantasías sexuales que te enloquecen hacen de tu experiencia una muy enriquecedora.
Llegar a los separos– Los tienes que conocer. No basta con que te platiquen, llegar a los separos es un momento que todo chilango debe de vivir.
Que te cache el alcoholimetro– Para denominarte un verdadero defeño, alguna vez te deboó haber cachado el alcoholimetro. Eso de soplar y midan tu nivel de alcohol es una buena historia que contar. Lo malo es que la mayoría acabamos dando mordidas. Seremos chilangos.
Agarrarte a un extraño– Aunque puede ser un elemento de cruda moral al día siguiente, echar el passion con alguien que ni recuerdas su nombre puede ser lo más divertido o lo pero que hayas hecho. Es para vivirlo alguna vez.
Casarte– Creo que esto lo dejamos para aquellos que pierden todo el estilo en "Las Vegas", esta opción NO la tienes que probar, pero sabemos que es una de las oportunidades que muchos borrachos no dejan pasar. ¡Que miedo!