La fórmula indetectable = intransmisible no solo es la clave para la salud de las personas que viven con VIH; también es un mantra que se debe repetir para combatir la estigmatización y la discriminación sobre el tema.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud, desde 1983 hasta octubre de este año se han registrado 365,916 casos de VIH en México. En lo que va de 2023 el número de diagnósticos es de 13,489, de los cuales 955 se registraron en CDMX.
Más allá del tema de la salud pública cada uno de estos diagnósticos implica connotaciones sociales que estigmatizan a los grupos sociales históricamente más vulnerables ante la epidemia, explica Raúl Caporal, director de Casa Frida, refugio para personas LGBT+ con sedes en CDMX, Chiapas y Nuevo León:
“La serofobia, la discriminación y la estigmatización hacia las personas con VIH está basada y asentada en otras intersecciones, como la homofobia, la transfobia, la xenofobia, el clasismo, el racismo. Son esas violencias y opresiones la que se entrecruzan con un diagnóstico clínico”, comenta.
Al respecto, el activista apunta que la respuesta tanto a la situación clínica como a la estigmatización se encuentra en la fórmula indetectable = instransmisible.
¿Qué significa indetectable = intransmisible?
Raúl Caporal vive con VIH y tiene una carga viral indetectable desde hace 14 años.
Indetectable = intransmisible es un mantra que ilustra de forma sencilla el hecho de que los tratamientos antirretrovirales permiten a quienes viven con VIH tener una salud óptima:
“Desde 2018, en la Conferencia Mundial de Sida en Amsterdam, se anunció que acceder de forma temprana a los tratamientos y mantener la continuidad en los mismos suprime a tal nivel la carga viral que devuelve la calidad de la salud a las personas. Aleja el riesgo de deterioro físico. Pero también elimina la posibilidad de transmitir el virus por vía sexual a otras personas“, explica Raúl.
Dicho de otro modo, indetectable = intransmisible también implica que las personas con VIH también pueden llevar una vida sexual plena y saludable. Por ello, para Raúl Caporal, concientizar sobre este hecho es necesario para combatir la desinformación:
“Divulgarlo ayuda a mitigar los estragos relacionados a la estigmatización de un diagnóstico”.
Acompañamiento a personas con VIH en México
Pero llegar a la indetectabilidad implica un largo que camino que empieza desde el diagnóstico oportuno, continúa con el acceso al tratamiento y requiere un constante acompañamiento.
En México el Estado garantiza a quienes viven con VIH el acceso a tratamientos antirretrovirales de manera universal y gratuita. Sin embargo, todavía existen barreras al respecto:
“Las administraciones federales continúan dejando vacíos importantes que provocan situaciones que terminan siendo barreras de accesibilidad. Entre ellas están la falta de tratamientos en algunas clínicas derivado de la mala distribución y de los procesos de compra”, apunta Raúl Caporal.
En este escenario, la sociedad civil actúa como puente para saltar esas barreras de accesibilidad, acercando pruebas y ofreciendo tratamientos a las poblaciones más vulnerables.
En los tres años que Casa Frida lleva dando refugio a integrantes de la comunidad LGBTTTIQA+ y migrantes en situación de tránsito ha recibido a alrededor de 3,000 personas. De esa cantidad, alrededor del 21% llegó con un diagnóstico previo de VIH.
Muchos de estos casos corresponden a migrantes que, ante la discriminación, violencia y falta de infraestructura en sus países, llegan a México tratando de acceder a servicios médicos:
“Llegan tocando la puerta personas con un abandono de atención médica prolongado, que puede ser de meses o años. Cuando llegan a nuestras áreas de salud comunitaria muchas veces hay un abandono del tratamiento, un desgaste físico o algunas enfermedades oportunistas activas. Entonces, lo primero que hacemos es brindar orientación y canalización hacia los servicios públicos”.
Aunado a lo anterior, en Casa Frida también se imparte acompañamiento psicosocial a pacientes con VIH para la atención de su salud mental y su integración social:
“El acompañamiento a la salud mental es indispensable. Tenemos áreas psicosociales de atención a la salud mental que nos permiten dar este acompañamiento. Pero no solo es eso. Es brindar protección, pero también iniciar estrategias de integración social, económica y cultural una vez que las personas sale de este proceso y buscan recuperar su autonomía”.
La meta de terminar con la pandemia de VIH
Indetectable = intransmisible es también la clave para acabar con la epidemia de VIH. Onusida tiene como meta lograr este objetivo en 2030. Y para ello se requiere la fórmula 90-90-90: que el 90% de todas las personas que viven con el VIH conozcan su estado serológico; que el 90% de ellas tengan acceso al tratamiento; y que el 90% de quienes están en tratamiento logren suprimir su carga viral.
Por desgracia, Raúl Caporal considera que esa meta todavía se ve lejana. Pero ve en el Día Mundial de Lucha contra el Sida una oportunidad para reafirmar los compromisos que nos lleven a alcanzarla:
“El 1 de diciembre tiene que ser un día para reafirmar los compromisos existentes. Hay que poner a las poblaciones al centro de las políticas públicas y del diseño de legislación, y reafirmar los compromisos al más alto nivel político para llegar a la metas planteadas al 2030”.
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