La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) hizo historia una vez más. Ahora fue con COLMENA, una misión especial para llegar a la Luna por primera vez, no sólo para la máxima casa de estudios o el país, sino para toda Iberoamérica.
Gustavo Medina Tanco, responsable del proyecto y del Laboratorio de Instrumentación Espacial (LINX), explicó que la misión está a bordo de la nave Peregrin, de la empresa Astrobotic, y que ya se encuentra instalada en el cohete Vulcan Centauro que salió desde Cabo Cañaveral, Florida, Estados Unidos.
“Es importante que la sociedad esté atenta a la misión no solo porque es un hito tecnológico en sí mismo: ir a la Luna es una de las actividades más complejas que puede realizar la civilización humana hoy en día”, dijo el también investigador del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la Universidad.
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Así fue el lanzamiento de la misión COLMENA de la UNAM
El lanzamiento del cohete Vulcan Centaur, dónde iba la misión COLMENA de la UNAM, fue todo un éxito. Alrededor de las 1:20 horas, tiempo del centro de México, ocurrió el despegue desde el Complejo de Lanzamiento Espacial 41 de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral.
La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) de México informó que, después de la separación del cohete, Astrobotic Control estableció comunicaciones con la nave Peregrine Lunar Lander.
Todo salió a la perfección. Las autoridades encargadas del proyecto confirmaron que está funcionando de manera ideal. Con ello inició el viaje de la nave hasta la Luna y se espera que aterrice el próximo mes.
¿De qué trata la misión COLMENA de la UNAM?
Alrededor de 250 jóvenes mexicanos participaron en la misión COLMENA de la UNAM. Algunos fueron universitarios de la UNAM y otros fueron del Instituto Politécnico Nacional (IPN), de Chiapas, de Mérida, Quintana Roo, de Baja California.
Todos ellos desarrollaron cinco micro robots de menos de 60 gramos y 12 centímetros de diámetro, así como un módulo de despliegue y telecomunicaciones llamado TTDM. Hasta ahora, detalló el académico, nadie ha hecho robots tan pequeños para operar en el espacio.
El objetivo del proyecto es estudiar, desde la parte de la ingeniería, los problemas a los que se enfrentan los micro robots en el hostil ambiente espacial y caracterizarlos. Buscan validar estrategias para mitigar los efectos de vibración y choques del cohete, variaciones abruptas de temperatura, entre otras condiciones, todas ellas problemas que se amplifican con la miniaturización extrema de COLMENA.
El segundo objetivo, añadió Medina Tanco, es analizar cómo es la capa cercana a la superficie de la Luna, cuáles son sus características, los parámetros que definen sus propiedades físicas, a fin de conocer cómo afecta las telecomunicaciones, entre otros problemas.
“Este tipo de tecnología no la tiene nadie en el mundo y la idea es que México cuente con ella y le dé fortaleza para cooperar con empresas que el día de mañana vayan a la Luna”, agregó el científico universitario.
Habrá dos misiones más de la UNAM
Pero esta gran misión no termina ahí. Gustavo Medina apuntó que es la primera parte de algo mayor. Para alcanzar los objetivos son necesarias varias misiones, pues en cada una de ellas se enfrentan distintas problemáticas y se experimentan y ensayan soluciones.
“Queremos desarrollar las capacidades de realizar operaciones sobre la superficie de la Luna o de un asteroide con micro robots que puedan trabajar en grandes enjambres, colaborativamente”, expuso.
El investigador universitario adelantó que para el 2030 se espera poder realizar otras dos misiones más a la superficie lunar y, eventualmente, a un asteroide. Buscan desarrollar tecnología que se utilice para hacer minería de metales preciosos o tierras raras que en las próximas décadas serán escasas en la Tierra.
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