Seguramente para ti, así como para muchos chilangos, el Bosque de Chapultepec es uno de tus spots preferidos, sin embargo, pocos conocen toda su historia. Este espacio, con sus enormes áreas verdes y abundante vegetación, ha sido testigo de distintos eventos históricos que marcaron el rumbo del país en diferentes ocasiones.
Desde Nezahualcóyotl hasta Porfirio Díaz han pasado por este hermoso lugar, transformándolo y dándole un significado especial dependiendo la época. Pero ¿cómo fue que se convirtió en el parque urbano que conocemos hoy?
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Los primeros pobladores
Se encontraron piezas de cerámica y restos óseos que indican que desde el periodo Preclásico (2500 a.C. – 200 d.C.) existieron habitantes en la zona. Más adelante, distintas civilizaciones mesoamericanas también pasaron por aquí, como los teotihuacanos, toltecas y tepanecas.
Tras la fundación de México-Tenochtitlán (1325), los mexicas lo consideraron un espacio sagrado. La cima del cerro la utilizaban para observar y estudiar los movimientos de los astros. Además, sus manantiales les proveían de agua potable.
El Tlatoani Nezahualcóyotl reconoció el potencial de esto y mandó a construir un acueducto de carrizo, piedra y lodo. Dicha iniciativa permitió que el líquido llegara con mayor facilidad a la capital del Imperio Mexica.
Algunas fuentes indican que esta idea fue propuesta por Moctezuma Ilhuicamina. Este último mandó a plantar ahuehuetes y flores de diferentes regiones en el bosque.
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La historia después de la Conquista
En un inicio, Hernán Cortés se quiso ver muy listo e intentó considerar a Chapu parte de sus propiedades. No obstante, el emperador Carlos V decidió que se aprovecharía mejor como espacio de recreación para quienes habitaran la ahora Cd. de México.
Los virreyes lo ocupaban para pasear, montar a caballo y cazar. Uno de ellos, Luis de Velasco (1590-1595) se cautivó tanto por la belleza del lugar que decidió construir un palacio en la falda del cerro. Éste fue utilizado para celebrar distintas fiestas, pero a mediados del siglo XVIII la explosión de una fábrica de pólvora cercana prácticamente lo destruyó todo.
En 1784, el virrey Matías de Gálvez copió la idea en la cima del cerro. Esta construcción es lo que hoy se conoce como el Castillo de Chapultepec.
Durante esta época casi no fue ocupado y hasta intentaron subastarlo, sin embargo, nadie se interesó por comprarlo. Asimismo, se propuso que fuera la sede del Archivo General del Reino de la Nueva España, pero la idea nunca se concretó.
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Siglo XIX, un período de guerras e invasiones
Antes de que los españoles pudieran designarle algún otro uso a la lujosa construcción, la Guerra de Independencia inició (1810) y durante este tiempo estuvo abandonada.
En 1843 el Castillo se inauguró como sede del Colegio Militar y en 1847 la famosa invasión estadounidense lo dejó muy dañado. Debido a esto, se desalojó hasta que llegó la Guerra de Reforma (1858-1861). En el marco de este periodo, Miguel Miramón, presidente interino del bando conservador, lo usó como residencia presidencial.
En 1864 fue nombrado Palacio Imperial de Chapultepec y Miravalle, hogar del entonces emperador Maximiliano de Habsburgo y la emperatriz Carlota. Ellos fueron quienes lo embellecieron con jardines interiores y una rampa de acceso que lleva directamente al Paseo de la Reforma.
Cuando llegó el Porfiriato, volvió a ser Colegio Militar y el área del Alcázar fue utilizado como casa del expresidente Díaz. Él mandó a modernizar el espacio con elevadores y una sala de boliche.
En 1895, Porfirio Díaz decide que las áreas verdes del Bosque de Chapultepec deben abrirse al público. Para ello mandó a hacer un lago artificial y se trazaron calzadas muy al estilo del Bosque de Boulogne en París.
Cabe mencionar que en el Castillo se llevó a cabo la primera función de cine en México en 1896. Ese mismo año se realiza lo que es considerado el primer film en el país. Éste consiste en una pequeña grabación del dictador montando a caballo por el bosque.
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El Bosque de Chapultepec en la actualidad
En 1906 se construyó la ahora Casa del Lago como finca de verano para los mandatarios mexicanos y en 1924 se levantó el famoso Monumento a la Patria.
Durante la Revolución Mexicana, el Castillo fue ocupado por Francisco I. Madero, Venustiano Carranza y Álvaro Obregón. Finalmente, en 1938, el presidente Lázaro Cárdenas determinó que este lugar se convertiría en el hoy conocido Museo Nacional de Historia. Éste abrió sus puertas en 1944.
A inicios de la década de 1960 se inauguró la Segunda Sección del Bosque y en 1972 se creó el Audiorama. Dos años después, se inaugura la Tercera Sección del Bosque.
Hoy en día, aquí se encuentran importantes espacios culturales como el Museo Tamayo, el Museo de Historia Natural, el Museo Nacional de Antropología, el Auditorio Nacional y la Escuela Nacional de Danza Folklórica.
Con el paso de los años, el Bosque de Chapultepec se ha ido adaptando a la misma transformación política, social y cultural de la CDMX. Su impresionante historia es solo un ejemplo más de la enorme cantidad de anécdotas ocultas en los rincones de la ciudad.
¡La próxima vez que visites el Bosque de Chapultepec, podrás compartir más de un dato curioso con tus amix!
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