Si has visto el Periférico o Viaducto inundados, espera a ver estas imágenes de la gran inundación de 1951 en la CDMX que duró ¡tres meses!
Antes de contarte la historia de cómo fue que las calles de la ciudad terminaron bajo el agua, te daremos un repaso para recordarte por qué la CDMX sufre esta problemática.
De acuerdo con un artículo publicado por la UNAM, el problema de las inundaciones en la Valle de México es añejo y aunque se ha tratado de darle solución, nunca se ha logrado.
Las primeras grandes inundaciones de las que se tiene registro se remontan al año de 1604, cuando ocurrieron grandes inundaciones que incluso persistieron por meses, dado que, en la cuenca la única salida del agua era por evaporación.
Fue así que se decidió construir una salida artificial para drenar el agua hacia el río Tula. Para eso, se intentó construir el canal de Huehuetoca con un túnel de 7 kilómetros de longitud.
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Las obras iniciaron en 1607 y su desarrollo tomó casi dos siglos debido a diversos problemas tanto técnicos como burocráticos.
En ese lapso, la ciudad no logró salarse de las inundaciones de gran magnitud, entre estas destacan la de 1629 y 1635, en la que según estimaciones, murieron cerca de 30 mil personas.
Otra de las obras con las que se buscó darle solución a este problema fue la construcción del Gran Canal. Los trabajos iniciaron en 1866 y se concibió como un canal de 39.5 kilómetros, que iniciaba en el lago de Texcoco y culminaba en el túnel de Tequixquiac, de casi 10 kilómetros.
Este canal fue la segunda salida artificial para el drenaje del Valle de México y con esto se pensó que habían solucionado definitivamente las inundaciones en la ciudad, pero esto estaría lejos de lograrlo.
Este sistema funcionó con mediano éxito hasta 1925, fecha en la que se presentaron nuevamente inundaciones de gran escala.
Durante las siguientes décadas se construyeron miles de kilómetros de diversos conductos para el drenaje y dio inicio la construcción de un sistema de presas ara la regulación de las avenidas del poniente de la ciudad.
Sin embargo, a pesar de estos trabajos, la ciudad se volvió a inundar en 1951.
El Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), señala que uno de los grandes desastres que forman parte de la Ciudad de México ocurrió el 15 de julio de 1951.
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Una gran inundación cubrió varias zonas de la cuenca de México, tanto que el nivel del agua acumulada en la zona centro de la ciudad fue lo suficientemente alta como para que la gente utilizara lanchas de madera y balsas para transportarse.
De acuerdo con información recabada en diferentes artículos científicos, la inundación duró aproximadamente tres meses.
Dos terceras partes de la ciudad quedaron sumergidas y en algunas zonas el agua alcanzó los dos metros de profundidad.
A partir de este acontecimiento, autoridades de la capital tomaron la decisión de entubar el río Churubusco, construir varios cárcamos y plantas de bombeo de los colectores principales del Gran Canal, así como incrementar la capacidad de éste.
Además se inició la construcción del segundo túnel de Tequixquiac, el cual se concluyó hasta 1954.
En 1967 se buscó oootra solución con la construcción del Sistema de Drenaje Profundo, una obra que constaba de dos interceptores de 5 metros de diámetro y 18 kilómetros de longitud, con una profundidad que varía de 30 a 50 metros. La obra fue inaugurada en 1975.
El final de esta larga historia ya lo conocemos, a pesar de las constantes obras, la CDMX se sigue inundando.