Cuántas veces te ha pasado que compras por internet algo que necesitas y terminas agregando otra cosa solo para completar la cantidad para tener “envío gratis”.
De acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) prometerte esto es solo “un disparador emocional para sembrar el miedo de perder esos gastos de envío gratuitos o esa oferta”.
Y es que a quién no le gusta que te ofrezcan algo “gratis”. Ese es el gancho.
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Pero en realidad no ahorrarás en el transporte para que tu producto llegue a tu casa, acabarás gastando más.
La empresa no pierde, pues te van a pedir un mínimo de compra para darte el envío gratis, con eso ellos no verán afectada su ganancia.
La ‘oferta’ que no puedes rechazar
Esta parece una oferta a la que no le puedes decir que no. Si compras algo de 199 pesos, y el envío es de 99 estarías pagando 298 pesos.
Pero te dicen que si agregas un producto de 100 pesos para el envío gratis. Ves rápidamente un producto de 150 que es lo que más te convence, pero que no necesitabas en ese momento.
Entonces acabas pagando 349 pesos, 50 pesos más que si solo hubieras pagado el envío, que ya no fue gratis.
También puedes encontrarte con pequeñas ‘trampas’, explica Profeco.
Pueden decirte que si agregas un producto de una lista de seleccionados – que le interesa vender a la empresa – tendrás el envío gratis.
O aumentar el precio de los productos para que de ahí salga el costo de envío para la empresa o una mayor ganancia.
Algunas empresas te pedirán comprar una membresía mensual para tener envíos gratis todo el mes.
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Las letras chiquitas
En los términos y condiciones puede haber otras restricciones para los envíos gratis.
Como que no puedas cancelar o modificar el pedido, limitar el tamaño, peso o volumen del producto, que el periodo de entrega sea muy largo o haya un área o distancia límite para el envío.
Así que la próxima vez que pidas algo por internet haz bien las cuentas, lee las letras chiquitas y recuerda el truco del ‘envío gratis’.
