Ante la falta de lluvias en CDMX, las autoridades implementarán el bombardeo de nubes como estrategia para echarle una manita a Tláloc.
De acuerdo con datos del Gobierno de México, en lo que va de 2023 se han registrado 21 por ciento menos precipitaciones respecto a años pasados. Ello ha provocado que las presas del Sistema Cutzamala se encuentren apenas al 47.6 por ciento de su capacidad; es decir, 23.1 por ciento menos respecto a su promedio histórico.
La falta de lluvias y los bajos niveles del Cutzamala ya están comenzando a afectar el abasto de agua en CDMX. El gobierno capitalino se ha visto en la necesidad de reducir el caudal y la presión para evitar que los niveles de las presas disminuyan rápidamente.
Y es aquí donde entra en juego la estrategia del bombardeo de nubes.
¿Qué es y cómo funciona el bombardeo de nubes?
También conocida como siembra de nubes, esta estrategia se ha implementado en temporadas de sequía en estados del norte del país y ahora se aplicará en CDMX.
Consiste en dispersar en el aire sustancias como yoduro de plata y dióxido de carbono congelado. Estas partículas tienen una estructura similar al hielo y al entrar en contacto con las nubes se juntan y crecen hasta hacer que el agua contenida caiga en formas de precipitaciones.
Para realizar el bombardeo, se requiere que las partículas sean dispersadas mediante un avión, que en este caso será de la Secretaría de la Defensa Nacional.
De acuerdo con el titular de Sedena, Luis Crescencio Sandoval y la jefa de Gobierno de CDMX, Claudia Sheinbaum, el bombardeo de nubes comenzará a partir de la última semana de marzo de 2023.
Los bombardeos continuarán realizándose durante los meses de abril y mayo, con lo que se espera lograr un incremento de las precipitaciones que aumente los niveles del sistema Cutzamala para garantizar el abasto de agua en CDMX.
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