Pocas personas pueden decir que han viajado al espacio sideral. Para que te des una idea, en la historia de la humanidad, sólo lo han hecho 500 y de esas, sólo unas 60 han sido mujeres. En esta reducida cifra está Katya Echazarreta, la primera mexicana en viajar al espacio.
Katya nació en Guadalajara y cuando era niña, se mudó a San Diego con su familia. Estudió ingeniería eléctrica en la Universidad de California, en Los Ángeles, y logró entrar a la NASA como becaria… y ahí empezó su sueño cósmico.
En 2022, la joven ingeniera en electrónica, astronauta y divulgadora científica viajó al espacio junto a otros cinco tripulantes como parte de la misión Blue Origin NS-21… un pequeño paso para la jalisciense, un gran salto para México.
Sin embargo, despegar hacia el infinito y más allá no fue fácil: Katya fue elegida de entre una lista de más de 7 mil solicitantes.
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Viajar al espacio no es un sueño fugaz para Katya Echazarreta
Sin caer en el discurso del “echaleganismo”, para lograr esta hazaña se necesita hambre y Katya la tiene. La delata su sonrisa y el brillo en sus ojos, ese que sólo tienen las personas que quieren comerse el mundo a grandes bocados.
La idea de convertirse en astronauta no vino de las películas de ciencia ficción o la televisión. En Katya, la semilla de ir a conocer los rincones del Universo se plantó cuando fue a un campamento para niños de un museo de Estados Unidos.
Tras mucho esfuerzo y años de estudio, el 4 de junio de 2022 consiguió cortar el listón de la meta al sobrepasar el cielo en un cohete de Blue Origin, la empresa del magnate de Amazon, Jeff Bezos.
Un campamento aeroespacial en CDMX y Morelos
Tras conquistar el cosmos, la joven de 27 años regresó al país en hombros y con un sueño aún más grande: llevar a México al espacio.
Katya sabe que para lograr que la industria espacial despegue en México, hay que empezar por sembrar esa semilla en las infancias. Por eso, creó un campamento aeroespacial que busca inspirar a jóvenes.
“Me di cuenta de la realidad para muchas personas en Latinoamérica. Estos programas, estas oportunidades, simplemente no existen y de ahí nació esta idea de crear este entrenamiento aeroespacial”, mencionó en entrevista.
En 2024 será la segunda edición de este curso de verano completamente gratuito. La primera fue en Guadalajara, pero ahora se expandió y las sedes serán tanto en la Ciudad de México como en Morelos.
Serán 100 jóvenes de entre 13 y 17 años los afortunados para disfrutar de esta experiencia durante todo un mes.
Las y los tripulantes aprenderán sobre la industria aeroespacial a través de varias actividades, como una misión análoga a un cuerpo celeste; además, podrán usar un traje de astronauta.
Para la edición 2024 del campamento, buscan ampliar el rango de edad de las personas participantes, así como extender la convocatoria a gente de otras partes de Latinoamérica.
Pero plantar la semilla en las juventudes mexicanas no es el único trabajo de Katya y su fundación. Desde hace dos años han estado cerca del Congreso de la Unión para incentivar reformas que prioricen el desarrollo de la industria espacial en México y faciliten la creación de bases para el estudio y viajes fuera de nuestro planeta.
“Estamos trabajando todos los días para poder crear la legislación necesaria y abrir las puertas para una industria espacial en México, es decir, crear todo lo necesario para que, cuando estos trabajos en el futuro estén disponibles, las personas ya tengan las experiencias y puedan entender todo lo que existe”, dijo.
Echazarreta reconoce que hoy en día, las y los jóvenes de México no piensan en estudiar para llegar a la NASA ni mucho menos viajar al espacio. La razón, advierte, es porque nunca han existido condiciones para cumplir ese sueño.
“Entiendo que es muy difícil de creer. Yo lo entiendo y lo vivo todos los días, pero eso también ha sido algo muy importante para nosotros porque, al terminar este programa, queremos que los jóvenes realmente sientan que esto es algo a lo que se pueden dedicar”, concluyó.
¿Quién es Katya Echazarreta?
Nació en Guadalajara, Jalisco. Cuando tenía 7 años, viajó junto con su familia a los Estados Unidos. Desde niña le han interesado los temas sobre el espacio, las matemáticas, la astronomía y la física.
Se graduó de la carrera de ingeniería eléctrica de la Universidad de California, en Los Ángeles e inició una maestría en ingeniería eléctrica y computacional en la Universidad Johns Hopkins.
En el 2023, la marca Mattel lanzó una muñeca Barbie en su honor.
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