Zoología fantástica de Leonora Carrington
Por: Paris Alejandro Salazar Rodríguez
Educada en la curiosidad y la fantasía, Leonora Carrington metamorfosea sin escrúpulos, a los animales los semi humaniza, les da poderes mágicos, ficciones escalofriantes y dimensiones oníricas para crear un bestiario fantástico.
Ella trasladó sus sueños a los materiales, les dio existencia, sentido y emoción, formó una serie de animales alucinantes, bellos en su austeridad pero poderosamente imaginativos, delirantes y sensatos. No son locuras ni caprichos estéticos, sino una mitología surrealista.
El linaje de seres fantásticos resulta de una combinación de sueños transgresores, tradiciones de la cultura celta y las infinitas posibilidades que ofrecía un país de loca magia como México. Y para que te animes a conocer los animales fantásticos de Leonora Carrington te presentamos algunos seres de la zoología de los sueños que habitan la Ciudad de México.
A primera vista pudiera parecer monstruo o demonio, sin embargo, es la combinación de un ser real y las posibilidades de los sueños,
Caballos, gatos, gallos, camaleones, pájaros, cocodrilos, espíritus de las cosas forman parte de los híbridos de naturaleza mágica de Leonora Carrington.
En sus esculturas se conjugan la alquimia, el esoterismo, la astrología, el deseo, la ironía, el enigma, la fantasía, el miedo y la obsesión.
Las leyendas celtas que le leía su madre influyeron en ella, por ejemplo en las esculturas Cuculati 1, 2 y 3 que están en el Museo de Arte Moderno aluden a la creencia celta en los espíritus que resguardan los hogares. También se encuentran en el recinto Blind Crow Tree y Cobra-Cabra que remiten al legado imaginario celtas, donde los animales y las plantas asumen una ascendencia mística como seres híbridos.
El Museo Nacional de Antropología reguarda el mural El mundo mágico de los mayas realizado por Leonora Carrington quien leyó el Popol Vuh, ahí se observa el proceso de los animales del zoológico hasta sus transformaciones en espíritus poderosos y espectaculares.
Trece de animales fantásticos pueden disfrutarse actualmente en el Atrio de la Iglesia de San Francisco (Madero 7, Centro Histórico).
En Paseo de la Reforma se instaló la escultura “Cocodrilo”.
La banca “Ya no hay lugar” se encuentra a espaldas de la Catedral Metropolitana.
No hay nada en la tierra que la memoria no altere por el paso del tiempo, el embrujo de la inteligencia o la sabiduría de un olvido, es lo explotó Leonora Carrington y por ello jugó a la diosa traviesa y transgresora con las posibilidades de los seres.