El caso de Victoria Pamela Salas presentó razones de género desde el comienzo y, aun así, fue tratado como homicidio durante casi seis meses; finalmente, la carpeta de investigación ya fue trasladada a la Agencia Especializada de Investigación para la Atención del delito de Homicidio Doloso en agravio de Mujeres; es decir, actualmente ya se atiende con perspectiva de género.

Su asesinato cumplió con cuatro de los cinco elementos para calificar como feminicidio: su cuerpo fue expuesto, tenía signos de violencia sexual y lesiones infamantes, degradantes o mutilaciones. Además, la Procuraduría dijo en septiembre que el principal sospechoso de su muerte es Mario Sáenz, identificado como su pareja sentimental.

El Código Penal de la CDMX establece que estos elementos bastaban para que el caso se investigara como feminicidio; pese a todo, la indagatoria se trató como homicidio desde que hallaron su cadáver, el 2 de septiembre de 2017, y permaneció en el Ministerio Público de Tlalpan.

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¿Y qué cambia en la investigación sobre Victoria Pamela Salas?

«La diferencia es que ya se está investigando como feminicidio», nos explicó Ana Yeli Pérez Garrido, abogada del caso y miembro la ONG Justicia Pro Persona. «Cuando la investigación lo permita, se hará alguna imputación por el delito de feminicidio».

Para un homicidio doloso, como estaba inicialmente clasificado el caso, la pena establecida es de 20 a 50 años de prisión; en cambio, para un feminicidio, sube a entre 20 y 60 años, pero, cuando haya una relación sentimental, afectiva o de confianza entre víctima y victimario, la sentencia prevista en el Código Penal capitalino es de 30 a 60 años de cárcel.

El logro no es menor. A inicios de febrero, tras cinco meses de impunidad, la familia de Victoria Pamela Salas solicitó una audiencia con el Procurador Edmundo Garrido. Días después de la misma, ocurrida el viernes 2, el caso comenzó a investigarse como feminicidio.

Hasta ahora, el feminicidio sigue impune. Mario Sáenz, el principal sospechoso, permanece prófugo y con una ficha roja en la Interpol.

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