En la ciudad existe una veterinaria que no acepta ni perros, ni gatos porque no cuenta con los instrumentos necesarios para atender a ese tipo de mascotas. El lugar –ubicado sobre la calle Búfalo 147-A, en la Colonia del Valle– mide cerca de 500 metros cuadrados y tiene dos recepciones: una para carnívoros y otra para presas.
¿Intrigados? Así funciona una veterinaria especializada en animales silvestres. Platicamos con Miguel de la Torre, director y fundador del Exotic Pet Medical Center facebook.com/otrasmascotas, para que nos quitara algunas dudas sobre cómo funciona, qué tipo de pacientes reciben y qué tan recomendable es tener un animal silvestre si vives en la ciudad.
¿Cuál es la diferencia entre esta veterinaria y una tradicional?
Es el equipo médico, porque no está adaptado, sino que todo está planeado y pensado exclusivamente para el manejo de fauna silvestre. Por ejemplo: un laboratorio que maneja perros y gatos te va a pedir un tubo de sangre (como a un ser humano), mientras que nosotros solo necesitamos un micro litro, o sea, más o menos tres gotitas. Para hacer esto se necesita un equipo especializado y nosotros contamos con él. También tenemos un laboratorio y herramientas para tratar con animales tan pequeñitos. Por esto, aquí no podemos atender un perro porque no tenemos el equipo.
¿Qué tipos de animales sí atienden?
El área de hospitalización está separada en cuatro: reptiles, aves, carnívoros y herbívoros. Cada una está climatizada y es independiente. Aquí vienen animales silvestres, éstos se dividen en endémicos y exóticos. Los endémicos son los que tienen distribución en el país y los exóticos son los que no. Además, más que mascotas, son animales de compañía. Eso sí, no te atiendo animales que generen un riesgo a mis médicos, ni animales venenosos. Si me traes un tigre o una víbora de cascabel no la atiendo. Los carnívoros que atendemos son por ejemplo hurones, mapaches, zorrillos y algunas especies de reptiles.
Hoy, por ejemplo, ¿qué pacientes les han llegado?
Hoy tenemos un camaleón hospitalizado, además algunos hurones y cuyos.
¿Qué necesitas legalmente para poder atender a este tipo de animales? ¿es diferente al de otras veterinarias?
Muchos hospitales no desean involucrarse en el cuidado de estos animales porque debes tener un control muy riguroso, de lo contrario podría ser considerado un acopio de animales y eso puede ser hasta un delito federal. En nuestro caso, comprendemos muy bien el marco regulatorio y tenemos reglas muy claras.
También, tenemos una regulación interna que demuestra ante cualquier verificación de la autoridad que nosotros única y exclusivamente tenemos un resguardo temporal, es decir, que aquí no permanecen los animales. Aunque la ley no puntualiza sobre las especies que tenemos derecho o no a cuidar, sí debemos ser muy precavidos y solo manejar resguardos temporales.
¿Y qué hacen si alguien les llega con alguna especie ilegal para que la atiendan?
Atendemos especies silvestres sin importar su origen o su procedencia. Siempre y cuando esté el propietario, no preguntamos y no es nuestra obligación. Tenemos este trato con nuestros clientes, además al dueño lo protege la Ley de Datos Personales.
Eso sí, pedimos una identificación y en caso de que el dueño no venga por su ejemplar, yo voy con la autoridad y explico que yo no recogí, ni trafiqué, ni robé al animal y señalo al fulano. Entonces se genera en automático una denuncia. Esto pasa porque si me abandonan a un animal [traficado] –hay gente que sí lo hace– yo puedo ir con la autoridad y transferirle la responsabilidad de la especie al gobierno federal para que se tomen las medidas necesarias.
¿Qué tan comunes son estos animales para los chilangos?
El 18% por ciento de los animales de compañía en la CDMX son especies silvestres. El mercado es cercano a los dos mil millones de dólares, esta información la publicó El Financiero hace unas semanas.
¿Cuáles son los padecimientos más comunes que atienden
El padecimiento más común no es de los animales, sino de los dueños y es la falta de información. Generalmente, las condiciones –tanto de hábitat como nutricionales– no son las óptimas. Por eso, nosotros hemos preocupado para que en nuestra página de internet la gente pueda acceder a información gratuita y así los dueños puedan mejorar las condiciones de sus animales con la finalidad de que mejoren los cuidados.
¿Qué genera esta falta de información y cómo se puede prevenir?
La respuesta está en que todos nos eduquemos antes de tener un animal. No un animal de fauna silvestre, un animal en general. Antes de que tengas un perro, un gato, un hurón o una chinchilla lo primero que debes hacer es conocer a la especie. Tienes que saber si vas a poder tenerla, si tienes el espacio, el dinero, el tiempo y la paciencia (porque hay especies que te viven más de cincuenta años). Por ejemplo: una iguanita te puede costar 200 pesos, pero el hábitat te cuesta tres mil y además va a gastar luz. Al final, solo deberías comprar si estás dispuesto a invertir más allá del dinero.
La clave es informarte antes de la compra, no después. Si lo haces así va a ser una experiencia muy agradable porque si sabes lo que tienes, vas a amarlo y vas a saber cuidarlo.
Más allá de la ilegalidad, ¿por qué no recomendarías comprar un animal traficado?
El tráfico ilegal acaba con las especies silvestres porque para que llegue un loro a tu casa, mueren muchos en el camino. Es decir, morirán 30 ejemplares para obtener uno: matan a los papás, destruyen el nido, retumban el árbol y luego lo capturan. Esta actividad solo ve por el beneficio económico mientras que el comercio legal y establecido tiene otras atribuciones porque velan por la conservación, investigación, y el cuidado ambiental y social.
El comercio legal se encuentra perfectamente regulado en México y a nivel mundial, mientras que el tráfico afecta a todas las especies. Este problema en el país es muy grave y afecta a la mayoría de las especies silvestres endémicas, y si me preguntas el culpable se llama internet.
¿Por qué internet?
Lo que pasa es que es muy fácil abrir un perfil y ponerte a vender animales silvestres traficados. Una vez que lo vendes, desapareces y abres otra cuenta nueva. O, por ejemplo, en Facebook hay otra práctica: te dicen que te entregarán al animal en x estación del metro y, si te va bien te lo entregan o si no para ellos fue una forma de conseguir dinero. Hace poco hasta el jefe de la Oficina de Protección Animal de la Ciudad de México reconoció que no hay programas para el tráfico ilegal en internet porque es muy difícil regularlo.
Y, por último, ¿por qué te dedicaste a esto?
Yo me dediqué a esto porque no me gustaban los perros ni los gatos. Un perro me atacó hace muchos años y me dan miedo, pero adoro a los animales y me empecé a meter y a disfrutar esto. Además, como no había quien supiera de estas especies me di a la tarea de estudiarlas y 27 años después aquí sigo.
Tú, ¿qué animal tienes por mascota?