Si aún no te has subido a los taxis eléctricos, de esos que comenzaron a rondar en las calles de la ciudad desde hace cuatro meses, te avisamos que te has perdido la gran experiencia de compararlos con los taxis convencionales.
Nosotros sí lo hicimos, y conocimos los pros y contras de ambos servicios. Aquí te contamos.
Horarios y disponibilidad
Caricatura
Punto para los convencionales. A pesar de ser una excelente propuesta, el proyecto de los taxis cero emisiones está en periodo de prueba y sólo presta servicio de 9:00 a 21:00 horas, contrario a los vino y dorado que puedes encontrar las 24 horas del día.
Mismo caso con la disponibilidad, al sólo existir 20 unidades, los eléctricos son difíciles de encontrar. Su estación de carga está ubicada a un costado de la Catedral Metropolitana en el Centro Histórico, a diferencia de los convencionales que los encuentras prácticamente en cada esquina.
Costos
Punto para los eléctricos. Con la inexistencia (por ahora) de taxímetros en estas unidades, los viajes son más baratos pues se cobra una tarifa establecida que depende de la zona a la que te dirijas. En cambio, si usas uno convencional, te toparás con la maña que aplican de manejar más lento y cobrarte más, o tener el taxímetro alterado, etcétera.
Por ejemplo, un recorrido en taxi eléctrico por el Centro Histórico, saliendo de la base en la calle de Guatemala, tiene un costo de 40 pesos. Si quieres ir a la Roma o la Condesa pagarás $70; $90 al centro de Coyoacán, o 100 a la zona de Santa Fe.
Si usas uno convencional, para empezar, tendrás que pagar el banderazo de $7,88 en el caso de un libre, y de hasta $24,64 en los radiotaxis. A eso debes sumarle que cada 45 segundos, o cada 250 metros, el taxímetro incrementará el costo (de $96 centavos a $1,65 pesos, según la modalidad en la que lo abordaste). Por lo que un viaje a Santa Fe rondará los $170 o 180 pesos.
Cuando por fin los eléctricos cuenten con su propio taxímetro pagarás exactamente la misma tarifa que un radiotaxi, pero con la comodidad y seguridad de estas nuevas unidades.
Cobertura
Esquinas
Punto para los convencionales. No es que los taxis eléctricos no puedan llevarte a cualquier lugar de la ciudad, pero su cobertura depende de la duración de su batería. Si quisieras recorrer una gran distancia, por ejemplo, tal vez no lo logres pues sólo le quedará media hora disponible. En cambio, uno convencional recorrerá los kilómetros que sean necesarios gracias a la capacidad de su tanque de gasolina.
Capacidad
Punto para los eléctricos. La capacidad de estos vehículos es de 5 personas, mientras que los normales sólo pueden transportar a cuatro sentados cómodamente, aunque no descartamos la posibilidad de poder meter a más de seis si le hablas bonito al chofer, y le prometes una cuota extra por atascar su unidad. Nos entró la duda sobre quién debería ganar en este punto.
Seguridad
Piratas
Punto para los eléctricos. Estos vehículos cuentan con sistemas de vigilancia y comunicación por radio, así que será muy difícil que algo te suceda a bordo de uno de ellos, en cambio, los taxis concesionados son propensos a la piratería y son muy utilizados por la delincuencia.
Comodidad
Punto para los eléctricos. Viajar en una de estas unidades es todo un goce. Desde su limpieza, la amabilidad de su conductor, la comodidad de su interior, la elegancia de su diseño e incluso lo silencioso de su andar. Debemos aceptar que son pocos los taxis normales que cuentan con estas características así que no hay más que decir.
Practicidad
Estación
Punto para los convencionales. Cargar gasolina en 5 minutos es mucho más práctico que cargar una batería por lo menos media hora cuando el recurso de la electricidad se agota.
Capacidad de mejorar a futuro
Punto para los eléctricos. En un futuro contarán con terminales para pagar con tarjeta de crédito y débito, la cobertura mejorará con la llegada de nuevas unidades (Marcelo Ebrard prometió 100 antes de terminar con su gestión), y el servicio a los usuarios será más profesional y seguro.
Amigables con el medio ambiente
Punto para los eléctricos. La razón de ser de este proyecto es mejorar la manera en la que habitamos este planeta, siendo cada día más amigables con él. Por cada unidad eléctrica que sustituye a uno de gasolina, se dejan de emitir 14 toneladas de bióxido de carbono al año al utilizar un sistema de celdas solares para obtener energía.
Pero basta de choros ecológicos. Al final las condiciones de nuestra ciudad y la conciencia de cada uno de los chilangos hará la diferencia entre el uso de uno u otro como medio de transporte de cabecera.