Nos había dado un respirito, pero regresó. La lluvia veraniega sigue cayendo sobre la ciudad de México, sorprendiéndonos en todos lados, incluso en el metro. ¿Qué hacer en esos casos? Sigan leyendo y verán.
Adelanta tu reloj 30 minutos
Lo primero es lo primero. Si sabemos que en esta ciudad siempre debemos salir con tiempo para evitar cualquier retraso, ¿por qué no tomar precauciones? Con lluvia, la cosa se pone peor, y luego en el metro… ¡Pfft! Con esto de que los vagones se quedan detenidos durante 10 minutos en cada estación, los recorridos que normalmente nos tomaban 35 minutos, lo hacemos en 1 hora. Si vas a la escuela, a ver si logras despertarte antes; si vas al trabajo, excusa perfecta; si vas al cine, ahí si salte a tiempo. Inténtalo, sal con 30 minutos de anticipación y verás la diferencia.
Cuidado en las escaleras
Pues no, no lograste salir antes así que te tocó hacerlo "a la carrera". Y, ¡zas!, te diste tremendo sentón que ahora andas todo mojado y adolorido. Para evitar esto, toma tus precauciones. Las escaleras pueden ser la peor pesadilla de tu vida: se convierten en cascadas asesinas con fuerza de arrastre y todo. No subas ni bajes corriendo sin ninguna preocupación; las escaleras están resbalosas, puedes caer y romperte una pierna.
No corras
Acuérdate de tu época de mocoso de primaria y repite: "No corro, no corro, no corro". Grita (más fuerte que el que vende discos y te rompe el tímpano) y empuja (más malaondamente que la señora que se quedó en la puerta y no te deja salir), pero –por lo que más quieras–: no corras. Sí, sabemos que lo único que quieres es llegar lo más pronto posible a casita, pero eso no quieredecir que andes por los andenes corriendo (como si fueras un vil y asqueroso carterista). Aguántate las prisas y el riesgo de caertey quedarte tendido en el suelo (sucio, frío e inundado) mínimo unos 5 minutos.
Aguas con los cambios bruscos de temperatura
¿Te quieres quedar con la cara chueca? Ok, estamos exagerando, pero si lo que no quieres es agarrar una tremenda gripa, aquí va la recomendación de la abuelita: abrígate al salir del metro. O sea, mientras la cosa ahí adentro está como para asar pollos, afuera están lloviendo pingüinos. No queremos que atrapes una parálisis facial, ni que te resfríes y contagies a todos los de la escuela/trabajo. Llévate un suetercito, como te decía tu mami.
No te recargues en lapared
Tal vez no lo sepas, pero si tu ropa o cabello están mojados y se te ocurre recargarte en la pared puedes terminar electrocutado. Debes poner atención, ya sabemos que las instalaciones del metro son buenas pero su mantenimiento falla, así que evita cualquier contacto con algún cable suelto de luz (de esos que se utilizan parailuminar los mapas o las lámparas).
No comas y usa cubrebocas
Bajo ninguna circunstancia debes alimentarte en el metro. Nunca. Jamás. Por favor, te lo imploramos. ¿A poco no una de las cosas mas desagradables que existen es 1) entrar y tener que adivinar si lo que están comiéndose es un tamal o una gordita de chicharrón o 2) darle unas mordiditas a tu manzana y que de repente te lleguen olores extraños? Bien, pues en lugar de andar llenando el vagón de tufo, te recomendamos que evites esas bombas olorosas capaces –incluso– de hacer vomitar a un gusano. Y luego, a todo eso agrégale la humedad.
Bonus track: No seas tacaño
Sabemos que –literal– cuesta mucho trabajo ganar dinero. , pero si el metro no es la única opción para llegar a tu destino ¿por qué no tomar otro transporte? Ponte a ahorrar y evítate la molestia de tener que esperar a que pase el octavo convoy para poderte subir. Evítate arrimones humanos y no humanos, sudor, humedad, olores, cabello mojados, paraguas y desesperaciones. Bájate, toma un camión, microbús, metrobús, ecobús, taxi. Lo que mejor se acomode a tu bolsillo y comodidad. De vez en cuando lo vale.