No existe ningún chilango que no sepa de él, al menos en palabra. Dueño de miles y miles de anécdotas, escenario de innumerables historias. Parte innegable de la cultura mexicana. Tepito ya existía cuando los españoles llegaron y seguirá hasta que el mundo se acabe. Tepito es nombre y apellido.
Ubicado en la Delegación Cuauhtémoc, el barrio bravo es semillero de campeones, ya sea en el box, fútbol, comercio o en la delincuencia. Aquí puedes conseguir de todo, siempre y cuando sepas dónde, cómo y con quién.
La palabra “tepito” es en sí una leyenda. Tiene distintos significados según la perspectiva. Unos dicen que viene del vocablo teocali-tepiton, que significa algo así como pequeño templo o montículo de piedras. Otros dicen que significa el ombligo, y unos más dicen que se refiere a un tono despectivo, que significa “poca cosa”.
No importa el significado real de la palabra, sino lo que representa.
Tepito es también la cuna del albur, ellos manejan a la perfección este lenguaje. Y no decimos más, porque seguro nos alburean.
Historia:
El barrio bravo pertenecía a Tlatelolco y se reveló contra su gemela Tenochtitlán. Desde sus inicios ha sido un lugar de resistencia y de comercio. Entre el tumulto habitual de gente podemos encontrar juguetes, ropa, aparatos eléctricos, ceulares, ipods, CDs y Dvds, piratas y originales, zapatos, piezas para el automóvil, mascotas, medicamentos… Y todo esto a precios muy accesibles.
Tiene fama de ser una de las zonas más peligrosas del D.F. y no es de a gratis. Aquí ha sido zona de innumerables enfrentamientos contra las autoridades, peleas callejeras, asaltos, matanzas, persecusiones, contrabandos, etc.
Pero no todo es malo, algunos de sus habitantes luchan contra el estigma impuesto al barrio. Existen diferentes proyectos que buscan promover la responsabilidad social y la cultura. Por ejemplo, “Martes de Arte en Tepito”, un espacio donde se ofrecen talleres de pintura, poesía, etc, se ubica en Eje 1 Norte esquina con Vidal Alcocer, muy cerca de la estación del metro.
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Para cultivarte
Todos los fines de semana se coloca sobre Eje 2 Norte un tianguis de libros y revistas viejas, ahí puedes encontrar descuentos, y siempre es bonito pensar en que alguien más lo leyó y el conocimiento que el libro adquirido se puede transmitir a muchas más personas.
Para conocer
La cultura siempre estará presente en Tepito, más cuando hace casi 61 años fue creada la galería de Arte José María Velasco, ubicada en Peralvillo 55 Col. Morelos, Del. Cuauhtémoc. En ella hay talleres, exposiciones y conferencias; aquí es donde se imparten las clases de albures finos. Tomen nota. Dense una vuelta.
GJVM
Pa’l shopping
Además del conocido tianguis, cada domingo se instala en la calle de Ignacio Comonfort un mercadito sobre ruedas que tiene de todo: ropa, accesorios, estéticas, zapatos, artículos para las mascotas, comida, puestos donde venden micheladas, etcétera. La ropa que venden no está llena de bling bling ni de detallitos que bajan su belleza y calidad; más bien, al contrario, es parecida a la que encontramos en las tiendas de ropa de los centros comerciales. Si quieres zapatos buenos, bonitos y baratos, lánzate al mercado de Granaditas. No hay que olvidar que aquí también está el mercado, aquí hay vestidos de novia, XV años, Primera comunión, disfraces (también puedes encontrarlos en la calle República de Chile). Y no olvides visitar el mercado de muebles de La Lagunilla, todo bara bara.
Pa’l drink
Además de las pulquerías y cantinas de la zona, el barrio está muy cerca de Garibaldi, o sea, fiesta absoluta.
Pa’ la nostalgia
Los domingos también se instala por esta zona el muy famoso mercadito de antigüedades (cositas vintage, dirían algunos) en el que puedes encontrar desde una bala de cañón de la época de la Revolución y gafas de motorista de la guerra hasta coquetos espejitos que podrían haber pertenecidoa tu abuelita hasta muebles viejísimos.
Arquitectura:
Peralvillo 15, la vecindad más vieja. Un lugar que primero fungió como caballerizas de Hernán Cortés, después se convirtió en un convento y hoy es una vivienda.
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Para los creyentes
En la calle Alfarería se encuentra el primer altar a la Santa Muerte que se colocó en la zona. Mide 1 metro 70. Y, sí, te deja de a seis.
Lo mejor y lo peor:
Acá puedes encontrar de todo, desde ropa de marca como “Hugo Boss” hasta sustancias ilícitas y artefactos ilegales. Ya depende de ti.