Hace algunos días nos despertamos con la noticia de que en Praga, la capital de República Checa, quieren que algunos vagones de su metro sean “del amor”. O sea, las autoridades del transporte público en esta capital de Europa están evaluando la posibilidad de reservar ciertos vagones para solteros y solteras que busquen una pareja. Así, si tú te subes a alguna de estas secciones del metro, sabes que todos los que están ahí también andan buscando a su corazoncito y el ligue se daría prácticamente en automático.
Claro que, como es primer mundo, pues todo estaría sujeto a cierta regulación. Por ejemplo, estos vagones no serán exclusivos en horas pico para que nadie se moleste y los godínez praguenses lleguen a tiempo a su oficina, también se busca que la publicidad en estos vagones venga de agencias de citas, y en poco tiempo se realizará una encuesta entre los usuarios para saber si apoyan o no la propuesta.
Pero todo tiene un trasfondo ecológico: las autoridades de la ciudad quieren incentivar el uso del transporte público exaltando las actividades que sólo puedes hacer aquí mientras viajas y no mientras manejas como leer un libro, escuchar música, checar tus mails, jugar algún videojuego y, obvio, ligar.
Híjole, qué open-minded y avanzados están allá, ¿verdad? ¡Pues no! ¡Nosotros les ganamos la idea desde hace años! He aquí las pruebas de que cualquier vagón de cualquier línea del metro de la Ciudad de México puede ser “del amor” (sobre todo a horas pico).
1. Los acercamientos se dan de manera espontánea, justo como la Madre Naturaleza quiere que sean.
Los chilangos somos amor. Y para muestra, basta con subirse al metro en hora pico. No falta quien se te repega y con una suave caricia (llámese vulgarmente “arrimón“) invita a la seducción en ese romántico y etéreo entorno. Y si no sales con novio/a, por lo menos dibujarás una sonrisa en tu/su rostro. Su tamaño y duración ya dependen de qué tan buena haya sido la experiencia, básicamente.
Por supuesto, los días en donde se vale subirse al metro sin pantalones la actividad se incrementa, ¡ligar todavía es más fácil!
2. Ya apartamos vagones.
Las autoridades del GDF decidieron “clausurar” los últimos vagones de las líneas del metro por las noches para evitar que ciertos aventureros se pasaran de lanza y dieran espectáculos “impropios”. ¿Pero eso los detuvo? Jamás. Es más intensa la acción en horas pico y nadie clausura nada. La propuesta es que convirtamos todos los carros del metro en vagones del amor para que ahora sí se haga legalmente todo el cortejo.
3. Vagones patrocinados.
Nosotros ya contamos con publicidad alusiva a las actividades amorosas en los vagones del metro, por ejemplo, la clásica de la Expo Sexo que se realiza alrededor de febrero, las de las sex shops de la muñequita con cara de susto, la Capital del Sexo, o hasta de condones y lubricantes.
Y es imposible ignorarla: en horas pico o te pones a leerla o miras la carota del que tienes en frente, ya embarrada en la tuya. Si lo piensas bien, es plan con maña: acercamiento + publicidad sexosa y de preservativos, por aquello del “no te entumas y si te entumes, pues protégete”. Si lo hubiéramos planeado, no nos salía. Tomen eso, praguenses.
4. Diseño y programación inteligentes para Speed Dates.
Los vagones del metro están hechos para el amor, y he aquí cómo puedes planear tu cita a ciegas tú solito/a. Por el espacio y la atmósfera ni te preocupes: el calorcito (y hasta vaporcito) es excelente conductor de los olores y la feromona de ese perfumito que recién te compraste (también en el metro).
Cuando entres al andén, distribúyete de acuerdo al nivel de intensidad que quieras en tu Speed Date: los lugares con más gente esperando a subirse son los más propensos al apachurro sensual. Si puedes, echa un vistazo al vagón antes de subirte para checar a los futuros prospectos o, ya si eres muy guerrero, ¡súbete con los ojos cerrados y que sea el azar (y todos los que te empujan) quien te arrejunte con tu prospecto! Vean a este compa que ya detectó a su presa, ¡y no la va a dejar ir!
https://www.youtube.com/watch?v=c597iq7sN5I
Una vez dentro, comienza tu Speed Date. ¿Que por qué es Speed Date? Si tenemos en cuenta que “en promedio” pasan 3 minutos entre estación y estación, significa que sólo tendrás 180 segundos para mostrar lo mejor de ti y congeniar (o no) con aquel o aquella que tengas embarrado/a en tu cuerpecito. ¡Así que échale ganitas, taiguer!
Pasados esos 3 minutos, entrará más gente al vagón (aunque ya no quepa ni una hormiguita) y la masa de gente moverá a tu prospecto o se bajará. Para ese entonces ya debieron intercambiar números o, de perdis, Twitters. Ahora, prepárate para otra minicita de tres minutos con otro/a desconocida/o. Y así hasta que llegues a tu destino. O si tienes suerte y ya ligaste, puede que el metro se pare en medio de las estaciones y así tu cita durará más, cortesía del destino. Y si ADEMÁS se va la luz, ¡uff! No toquemos el tema que nos sonrojamos todos…
Pero para que le arda más a Praga, chequen este video donde queda demostrado que la Speed Date inicia incluso ANTES de subirse al vagón. Y ya si tienes suerte o se agarran de la mano (o de donde puedan y quieran) para no separarse. puede continuar en el vagón:
(Y que conste que los vagones llegan vacíos, para que vean que no necesitamos de eso para ligar).
5. ¿Y si se te va viva la presa?
Con eso de que ya estamos tan avanzados en seguridad y tenemos cámaras en todos lados (¡en tu cara, Praga!), podemos aprovecharnos de la infraestructura de la ciudad para ligar aún después de bajarnos del metro.
Checa esta situación: estás en el metro teniendo una Speed Date maravillosa. Sus miradas se cruzaron inevitablemente (y también sus cachetes, sus olores, sus manitas y sus cuerpecitos). Sonríen, platican y hasta uno lee el periódico del otro. Pero cuando menos te lo esperas, el vagón llega a la estación y tu conquista se baja; ni adiós se pudieron decir porque todo mundo la empujó para afuera.
¿Qué hacer? El GDF pone a tu disposición las cámaras que hay en ciertas líneas para que puedas buscar la cara de aquel o aquella que te robó el corazón y así comenzará una aventura romántica que inició con un arrimón pero terminará con una búsqueda frenética por toda la ciudad para hallar el amor *suspiro* Seguro ya te viste corriendo, con tu pelito moviéndose por el aire en cámara lenta, y con una rosa en la mano para encontrar a tu alma gemela
Si todo lo anterior falla, no te preocupes: para prevenir esto, él o ella seguramente se llevó tu pañuelo de recuerdo (y con él tu cartera) para guardar para siempre tu olor y poderte encontrar en la próxima hora pico usando únicamente su nariz. Ni Shakespeare se hubiera imaginado algo tan cursi.[caption id="capt58749" align="aligncenter" width="627"]
6. Se vende solito.
Es justo que el gobierno de “la ciudad de las libertades” jale tantita agua a su molino para poder solventar su buena ondita de los vagones del amor. Por eso, vendería los videos de los ligues y toqueteos sexy a los voyeristas, que los comprarían como pan caliente, y también a los que quieran buscar a su prospecto fugitivo (de acuerdo con el punto 5).
¿Ven? ¿Praga, qué? ¿Primer mundo, qué? Chilangolandia gana de nuevo.