''Sería muy difícil reconstruir'' a Bantú

“Sería muy difícil reconstruir [a Bantú]”, nos dijo Marielena Hoyo, que dirigió el Zoológico de Chapultepec por casi 15 años (1983-1997) y quien fue una de las que lograron que el gorila naciera en México.

Hoyo, vía telefónica, aseguró que “la petición no existió nunca”, aunque sí hubo una mención respecto a que eso debió haber sucedido por la relevancia de este animal para el país.

Bantú nació en la Ciudad de México de “milagro”. Su padre Dinga había sido considerado estéril y su madre Mahari —conocida por aparearse con machos agresivos— fue la que logró darle un hijo en un hecho que nadie esperaba.

Sin mencionar, además, su “importancia genética, porque su padre había sido capturado en África” entonces tenía una estirpe relevante para la conservación de la especie.

La versión de que el cuerpo del gorila podía reconstruirse tras la necropsia y hasta exhibirse en un museo surgió el martes tras una reunión con la secretaria del Medio Ambiente, Tanya Müller, en la que la funcionaria dijo que de poderse lo harían.

Pero Hoyo es directa: “Lo veo imposible, sobre todo por el tiempo que ha pasado. Hay gente que es muy hábil y podría reconstruirlo, [pero] quién sabe a cuánto tiempo, a qué costo y si vale la pena”.

La activista por los derechos de los animales nos explicó su molestia por la necropsia, la cual —aseguró— pudo ser más limpia. “No entiendo lo de los brazos y piernas [que los hayan cortado]. Eso es lo que se tiene que explicar”.

El cuerpo de Bantú y la investigación están en manos de la Procuraduria Federal de Proteccion al Ambiente (Profepa), por eso le preguntamos a Hoyos su opinión sobre lo que podría resolverse.

“No confío en Profepa. No a partir de que le estén dando un giro político”, nos dijo. Además, señaló que el gremio de veterinarios se está cuidando entre ellos. “Han hecho una bolita para protegerse. [Los de Profepa] se saludan muy cordialmente con los empleados del zoológico”.

Y nos dio su predicción: “Van acabar diciendo que todo está perfecto”.