Seguimos a cientos de personas en Twitter; a algunos por sus sabias aportaciones, a otros por sus ocurrencias y a muchos más sólo porque nos encanta dejarnos impresionar por los niveles de ignorancia que puede alcanzar el ser humano.
La popularidad dentro de esta red social es una ironía, un juego cambiante en el que, hasta la fecha, no hay una fórmula bien definida de qué es lo que genera esa fama (gratuita, pero fama).
Si ponemos a competir a escritores como Elena Poniatowska (con 100 mil followers) y Arturo Pérez-Reverte (con 340 mil 189) contra una Anahí que tiene 3 millones 781 mil 267 followers, entonces la conclusión es sencilla: la banalidad reina dentro de Twitter. Pero veamos los matices.
La realidad es que la mitad de las personas que seguimos son twitteros que han ganado fama a veces por cosas simples. Sin importar si son “alguien” o no – es decir, si los conocimos en una pantalla–, nos atraen sus ocurrencias o tal vez tienen cierto perfil que, aunque odiamos reconocer que nos gusta, en el fondo nos crea necesidad o morbo.
Aquí te dejamos la radiografía de algunos tuiteros muy seguidos. Adopta estas actitudes y, probablemente, tus followers podrían subir hasta el cielo como los de Anahí. Aunque no te lo garantizamos.
– Odian al/la cantante de moda (Adele, por ejemplo)
No importa cuánto talento tenga, el punto es que Adele es gorda y eso da para 4,000 chistes malvados. Ellos (los twitteros populares) aman compararla con Miss Piggy y pensar que se comerá cualquier premio que reciba. Claro, si es Justin Bieber, dirán otras bromas sobre él.
Ejemplo: “Adele no te vayas a quedar dormida en tu papada, estás en los Grammys”.
– Demuestran amor exagerado por sus amigos
Es importante demostrar que a quienes ellos retuitean pertenecen a un “grupo selecto”. Adoran alardear públicamente cuánto se aman. Eso sí, siempre mezclando el amor con los insultos.
Ejemplo: “@Luismirey Estupido te vi ayer y ya te extraño, te amo mal” (súper sic).
– Gritan todo lo que odian
Muchos tuiteros populares son haters profesionales; para ellos es importante externar su enojo con el mundo y todas sus inconveniencias. Sobre todo les gusta criticar cosas en las que pocos ponen atención.
Ejemplo: “Odio cuando una mujer tiene bigote tipo cholo Cumbia King”.
– Hacen públicas todas sus crisis existenciales
No importa lo tonta que sea la crisis, lo importante es hacerle saber a sus followers lo alterados que están con algo… aunque sea irrelevante.
Ejemplo: “No encuentro mi iPhone, siento que me falta el aire”.
– Opinan hasta de lo que no saben
Se involucran en temas que están “en tendencia”, sin importar si son o no expertos en la materia. De hecho, se la viven opinando sobre trending topics.
Ejemplo: “Que flojera que la candidata del PAN no tenga expresión facial por tanto botox, me da miedo”.
– Aman hacer cobertura de Oscares, Grammys y demás (y critican a quienes no las hacen como ellos)
Criticar sin parar es su actividad favorita; se dan la libertad de decir quién está mal y quién está bien: que si las flacas están muy flacas o que si las gordas están muy gordas o si la película que ganó no les parece la mejor (luego, entonces, la industria está muy mal y sólo ellos tienen la verdad universal).
Ejemplo: “Que alguien le aviente un pan a Angelina Jolie”.
– Hacen de conocimiento popular sus crudas y planes de borrachera
Es importante crear una imagen de fiestero locochón pues es uno de los factores que más morbo y followers genera; así, los demás mortales querrán saber qué es de la vida de este tuitero. Sobre todo si habla de fiestas a las que casi nadie tiene acceso.
Ejemplo: “La fiesta de Pepita Ibargüengoitia me dejó tan crudo que no sé si estoy vivo o muerto. Omg, vamos por mariscos, ¿no? (taggean a sus amigos “populares”)
– Les gusta hacerle de reporte del tráfico
Su día a día incluye tuits sobre el tráfico, eso sí, tienen que venir con mentada de madre incluida, si no, no tiene chiste. Ah, y su reporte, curiosamente, sólo incluye rutas nice.
Ejemplo: “Maldita carretera a Cuerna, está parada otra vez, ¿qué chin… pasa?, ¿para qué pago impuestos?.
– Linkean sistemas como Instagram, Foursquare y otros
La vanguardia es importante: ellos no se conforman con un sistema de comunicación, tienen 20 si es necesario. Uno para fotos, otro para videos y otro para linkear dónde están. A todo mundo le interesa saber lo que ellos están haciendo, ¿no?
Ejemplo: “Im at MNRoy https://4sq.com”
– Odian Televisa y de paso todo contenido musical o cinematográfico en español
Ellos sólo consumen contenido televisivo en inglés. De hecho, sólo tuitean los títulos en inglés. Bueno, tampoco es difícil estar enojado con los contenidos de Televisa.
Ejemplo: “El país está como está por la Rosa de Guadalupe, yo por eso mejor sólo series de HBO”.
– Aman el mexican curious
Les encanta lo kitsch y a lo que no se atreven a llamarle “naco” lo llaman chundo. Hacen alarde sobre la risa que les dan ciertas circunstancias “autóctonas”.
Ejemplo: “Mi vidos, fui a una boda donde había mole de comer, ¡qué ternurita!, amo México”.
– Buscan pleito y controversia con otros twitteros
El chiste es generar ruido. Les gusta hacerse presentes con otros twitteros populares y se organizan para irle a echar tierra a otros, esperando con todas sus ansias que les contesten y se arme la polémica, para luego hacerse víctimas.
Ejemplo: @Mamacitaenojada es tonta, cuando la leo, siento que leo a Anahí. Ojalá que más gente se lo hiciera saber.
– Le entran al chiste político
Ellos deben entrarle con todo a esto (sobre todo si son políticos en funciones). Le tiran a quienes no les agradan y hasta hacen chistes sobre la situación actual.
Ejemplo: “Seré muy plebe, pero sí leo, EPN”.
– Aman algún deporte o actividad extraña
Como son súper originales, practican actividades poco comunes. Si hacen yoga no hacen cualquier tipo de yoga. El chiste es hablar de cosas que la gente se pregunte: “¿con qué se comerá eso?”.
Ejemplo: “Sudé tanto hoy en mi clase de Ashtanga Yoga, estoy feliz”.
– Se burlan del amor intenso
Toda persona que exceda su nivel autoimpuesto de miel será criticada. Aunque estén enamorados, rara vez hablan de sus parejas en Twitter.
Ejemplo: “Qué oso la gente que tiene de avatar una foto en pareja”.
– Casi nunca responden a los tuits y, si contestan, borran el tuit
Así es, ante todo, se cotizan.
– Usan hashtags absurdos
El tono burlón es un factor importante. Por lo que inventan hashtags absurdos para hacer referencia a situaciones que están viviendo.
Ejemplo: “Estoy en New York y no sé qué comer… #mueroporunostaquitos”.
Si sienten que algo los alude, manifiestan públicamente su indignación
Bueno, bueno, bueno, calma. No hablamos de nadie en particular, nada más de esa especie que ha seguido cada uno de estos pasos para ganar popularidad. No, lo que hacen no está mal, simplemente queremos que sepan que los observamos de lejecitos.
Ah, y por cierto, algunas cosas las sacamos de nuestros propios vicios tuiteros en @chilangocom, así que venga, critíquenos.