Pros y contras de ser estudiante
Por: Yannina Thomassiny
Hay días que despertamos odiando nuestras vidas por ser un Godínez; extrañamos ser estudiante y tener la vida solucionada. Esa época donde todo era más fácil y las sonrisas fluían sin tanta complicación (¿o no?). Para recordar esa larga temporada de nuestras vidas, hagamos una comparativa de lo bueno y lo malo de ser estudiante:
Lo bueno
– A la gran mayoría nos mantenían nuestros papás.
– Teníamos la mitad del día libre, fuera de la escuela.
– No teníamos deudas y responsabilidades económicas como las de ahora.
– Teníamos muchas vacaciones: puentes, verano y navidades.
– Las tareas en equipo terminaba en fiesta.
– Entre clase y clase íbamos a los bares de los alrededores por unas chelas.
– El futuro incierto resultaba emocionante.
– No tomábamos tan enserio la vida, todo fluía más fácil, sin tantas complicaciones.
– Cambiábamos de novio(a) como de calzones, era época de experimentar todo tipo de cosas.
– Con poquito dinero lográbamos organizar un fiestón.
– Podías faltar a clases y no era tan grave como faltar a la oficina.
– Conocíamos mucha gente todos los días.
– Aprender cosas nuevas diario era increíble.
– Teníamos más tiempo para leer.
– Éramos más inocentes.
Lo malo
– Cargábamos una mochilas tan pesadas que pudimos quedar chuecos.
– No teníamos nuestro propio dinero para viajar y darnos lujitos.
– Las tareas resultaban lo más tedioso y horrible del planeta.
– Teníamos un estrés horrible por las calificaciones de cada mes.
– Pensábamos en extraordinarios y ese tipo de problemática.
– Queríamos trabajar y los horarios escolares intervenían.
– Seguíamos pidiendo permiso para salir.
– Comíamos el triple que ahora. La chatarrita estudiantil era el pan de cada día.
– No metíamos unos súper desvelones haciendo tarea y estudiando.
– Nos sentíamos tetos cuando ligábamos y teníamos que contestar: sí, aún soy estudiante.
– Dependíamos económicamente de nuestros padres.
– Las críticas nos afectaban muchísimo.
– No teníamos ni idea de cuánto importa la experiencia laboral.
– Recibíamos castigos por mal comportamiento o por malas calificaciones.
– Los meses de entregas eran una pesadilla.
– No haber aprovechado más ciertas cosas que ahora lamentamos.