Paseo a ciegas
Por: Juan Carlos Zamudio
Lamentablemente, en nuestro país no existe una cultura que fomente la atención y el apoyo necesarios para que las personas que viven con alguna discapacidad puedan integrarse al 100% en nuestra sociedad. Además, en una ciudad tan grande y caótica como la nuestra, son muy pocos quienes se atreven a extenderles la mano, sin buscar ningún tipo de remuneración.
Es justo en situaciones como ésta que se pueden realizar acciones concretas que ayuden a solucionar este tipo de problemas, sensibilizando al individuo común sobre cómo ayudar a los demás.
Con esta inquietud nace ‘Paseo a Ciegas‘, una asociación civil cuyo objetivo es incluir a hombres y mujeres con discapacidad visual a los espacios públicos. En este caso se ofrece a los beneficiaros un paseo turístico por los lugares más representativos de la zona céntrica de la ciudad, en donde disfrutan del recorrido sobre una bicicleta tandem (o doble) y el guía les va narrando historias a lo largo del paseo.
“La idea de llevar a una persona con capacidad visual o intelectual motriz es tan antigua como la bicicleta tandem. Hay antecedentes de que aquí, en nuestro país, hace muchos años, en ciudades como Xalapa o Sonora, personas hicieron este labor de llevar a invidentes sobre bicicletas tandem”, comenta Manuel de la Torre, líder de Paseo a Ciegas A.C.
“Paseo a Ciegas nació el 10 de enero del año 2010. Es impulsada por algunas asociaciones civiles preocupadas por las personas invidentes. El proyecto está pensado para que exista dentro de las ciclovías recreativas. Afortunadamente hemos creado una asociación civil que va más allá de venir a rodar con personas ciegas, hacemos ya muchas cosas: tenemos talleres de sensibilización, paseos nocturnos, visitas a museos. En fin, toda una serie de actividades que incluyen a personas con discapacidad visual y tratamos sensibilizar a la sociedad con estos talleres para tratar de enseñar cómo podemos convivir, o ayudar a las personas ciegas cuando nos las encontramos en la calle”, añade orgulloso.
Este es un proyecto que se ha podido desarrollar en nueve ciudades de la República. Existen ambiciones de llevarlo a Brasil y a Perú, entre otros destinos. Lo que empezó con una simple bicicleta tandem ahora cuenta con 11 unidades y un triciclo que usan para que las personas invidentes tengan autonomía durante el paseo.
El acceso a estos recorridos es muy fácil, no hay requisitos específicos ni para participar como beneficiario ni como voluntario. Lo único que se debe hacer es acercarse a su punto de encuentro (a un costado de la Diana, frente al cinepolis), firmar una carta responsiva y, en el caso de los voluntarios, tomar una capacitación, donde exponen a las personas a algunas situaciones de ceguera para ayudar a entender el tema de la discapacidad visual.
“Me ha cambiado la vida, mi familia está involucrada, mi tiempo. En defintiva me cambió por completo. Al respecto me gusta citar una parte de La Biblia, donde dice que cuando alguien ofrece misericordia a quien lo necesita el beneficiado termina siendo quien la ofrece y no quien la recibe. Con esto te das cuenta de tus capacidades, de que no hay límites para poder salir adelante y alcanzar tus metas.” comenta Manuel, lleno de orgullo.
El último domingo de cada mes se lleva a cabo un ciclotón, que es un recorrido de 34 kms dentro de la ciudad, y los domingos se realiza desde la base a la Villa, o de la glorieta de la Diana al centro. Estos paseos tienen una duración aproximada de una hora, hora y cuarto, dependiendo de la capacidad de la gente.
Si estás interesado en participar, ya sea como beneficiario o como voluntario, puedes encontrar más información aquí.
Facebook: Paseo a ciegas.
Twitter: @paseoaciegas