1- Que alguien se caiga:
Es imposible no soltar una carcajada cuando alguno de nuestros amigos se cae; primero reímos luego lo ayudamos. Quién sabe qué es lo que nos causa tanta gracias pero el ver a alguien rodar es motivo de una sonrisa. Lo más chistoso es cuando alguien muy creído que caminaba con mucho estilo cae.
2- Un barro en la nariz:
Es imposible establecer una conversación con alguien que tiene un barro gigante en la nariz, tenemos que mencionar algo sobre él, de lo contrario sería como ver un elefante rosa en una habitación y no decir nada. Cuando le sale esa espinilla a un maestro o al jefe amerita hasta chismorreo entre los compañeros.
3- Un mal corte de pelo:
Lo primero que viene a nuestra mente al ver un mal corte es ¿en qué estaba pensando?, imposible no reírse ante la apariencia chistosa de un cuate, y más si su intención era verse locochón y no lo logró. Entre mujeres un mal tinte de pelo puede resultar el chisme para reír del mes.
4- De la mala copa de un amigo:
¿Quién no se ha reído de esto? Y es que los borrachos pueden hacer cosas inimaginables, desde caídas, frases, bailes y espectáculos para recordar por siempre, no por algo los videos más visitados de Youtube son los de borrachitos. La parte más padre es cuando sólo vemos, pero no tenemos que cuidar al que se encuentra en otro estado.
5- De la ruptura de un noviazgo:
Cuando algún amigo andaba con una pareja pésima hasta guato da que haya terminado. Es inevitable soltar una carcajada cuando te cuentan los motivos y eran muy predecibles. ¿Será risa de nervios?, puede ser, pero es imposible aguantarla.
6- Que alguien traiga el cierre abierto:
Es una tontería pero el morbo nos causa risa, ¿qué se asomará por ahí?… Ver el cierre abierto es motivo de risas, en especial si el que lo trae así te intenta ligar con actitud de galán. Si se llegara a asomar un calzón Playboy o boxers de caricaturas sería motivo de ataque de risa, algo más nos da un paro cardiaco.
7- Que choque el carro que se pasó de lanza contigo:
Es imposible no reír de la tragedia ajena, más cuando ese desconocido se portó gandalla contigo. Después de meterse de la forma más atascada da una vuelta y choca. No queda de otra más que abrir el vidrio y reír en su cara.
8- Algo muy trágico:
La risa de nervios es inevitable. Hay gente que puede estar en un funeral y soltar una carcajada, esto no implica que nos dé risa la situación, es el estrés que no sabemos manejar. En los momentos de seriedad la risa empieza a hacer efecto.
9- Los loquitos de la calle:
Aunque es una verdadera tragedia que haya personas que han perdido la cordura por tanto químico inhalado, no podemos evitar reír de las cosas que hacer en plena calle. Amamos verlos en el trip bailando o disfrutando algo que no existe. Nos consuela saber que están en otra realidad. Sus looks también son parte de lo que nos causa risa.
10- De las fobias de los demás:
El amigo más grandote de todos resulta que le tiene miedo a las hormigas, ¿cómo no reírse?, sabemos que es un asunto muy personal y no es de nuestra incumbencia, pero los traumas ajenos son de lo más gracioso.